En alguna otra ocasión he reseñado por aquí innovaciones de maestros que ya me gustaría que pudieran disfrutar mis hijos. Pues bien, esta vez me toca comentar una en la que participa mi Princesa. Y es que sus profesoras han empezado a utilizar este año la herramienta Class Dojo con su clase.
En realidad no es más que una vuelta de tuerca al clásico sistema de otorgar positivos y negativos a los alumnos, sólo que a través de una aplicación web (y móvil) muy agradable que además añade un canal de comunicación con los padres.
Sencillo, ¿no? Es una de esas ideas tan elementales que se me habría ocurrido cualquier día… lástima que se les ocurriera antes a otros que encima han puesto una pasta para ponerlo en marcha. 😛
La herramienta contempla varios tipos de cuentas. La de docente lo gestiona y administra todo: crea la clase, asigna los monérrimos monstruo-avatares, otorga las puntuaciones, sube al «muro» de la clase las fotos y las publicaciones que estimen oportuno, etc etc. La cuenta de padre/madre no permite editar o crear nada, sólo deja ver las puntuaciones de sus hijos (y únicamente las de sus hijos), mensajearse con los profesores y comentar las publicaciones del «muro». También recibe los viernes un email con una especie de resumen con todas las puntuaciones de la semana.
Además también existen las cuentas de estudiante y de líder de escuela, pero aún no he bicheado con ellas. Supongo que el primer tipo tendrá permisos similares al de los padres y el segundo podrá coordinar varias cuentas de docente. Digo yo.
En la práctica
Todo esto está muy bien, pero ¿funciona? Pues depende del grado de implicación de los profesores, que son los que suministran la información.
En nuestro caso, a mi Princesa le caen cada día un mínimo de cuatro puntuaciones. Si tenemos en cuenta que la clase es de 24 alumnos, pues está claro que las maestras se lo están currando cosa mala. El «muro» lo están empleando principalmente para subir vídeos que han estado viendo en clase y difundir fotos de las excursiones, lo cual es mucho más cómodo que ir pasando un pendrive entre los padres. Y en cuanto a la utilidad de mensajería, con nosotros lo han utilizado alguna vez, pero siguen prefiriendo la clásica notita en papel que se envía con el alumno.
Lo que es indudable es el efecto motivacional, al menos sobre mi Princesa. Acostumbrada a ver el círculo en verde, si hay cualquier cosa que amenace con añadir algo de rojo se pone las pilas de inmediato. Y los (pocos) negativos que se ha ganado le han escocido especialmente.
Y ya puestos…
Los creadores de la herramienta están empezando a aprovechar todo lo que han hecho para tocar otros palos educativos. Por ejemplo, este mismo año han subido una serie de vídeos con sus icónicos monstruitos para explicarles a los peques lo importante que es ejercitar la mente. Un ejemplo:
Un vídeo que le ha venido que ni pintado a mi Princesa, justo cuando acaba de descubrir que las fracciones y las divisiones no son tan fáciles como las mates que había visto hasta ahora.
Hacer nuestra propia clase
La herramienta está pensada para las aulas, pero si nos ha gustado esta dinámica de puntuar avatares-monstruito para emplearla en nuestra propia casa… pues no hay nada que nos impida abrirnos una cuenta de Docente y crear una clase con nuestros hijos. Y con los poderes de Profesor en nuestras manos (chann channn) ya podemos personalizar los conceptos positivos y negativos y puntuar a nuestro peque desde el móvil, delante de él. En cierto modo podría ser una alternativa o complemento informático a la famosa Tabla de Puntos que empleaba Supernanny.
Y… ehm… ¿soy el único que piensa que tiene como mínimo una utilidad rolera evidente?
En fin
Me parece que las maestras de mi Princesa han acertado de pleno con esta antítesis perfecta de los grupos de Whatsapp de madres, ese cáncer de nuestro tiempo. Por un lado mi Princesa está muy concienciada con mantener el halo verde de su monstruito, mientras que nosotros estamos al tanto de lo que las maestras van apreciando en el día a día. También es verdad que durante un tiempo a mi Reina le dio por mirar diariamente la aplicación, lo que tenía un punto invasivo que no me hacía mucha gracia. Menos mal que ya está rehabilitada 😉 A mí me sigue valiendo con el resumen semanal.
Pero vamos, desde aquí aplaudo entusiasmado la proactividad de las maestras de mi Princesa. Esto de adoptar y utilizar intensivamente una herramienta de este tipo por su cuenta es un pedazo de trabajo extra para quitarse el sombrero.
¿Y vosotros, cómo veis una herramienta así? ¿Y los maestros? ¿La utilizaríais o ya lo estáis haciendo?
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