Y el Pequeño Pirata por fin vio Star Wars. La de verdad.

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El pasado 16 de febrero, a sus 4 años, el Pequeño Pirata pasó el mismo rito de iniciación que mi Princesa hace 8 años… aunque sus circunstancias eran bastante diferentes que las de su hermana.

Y es que desde pequeñito ha jugado con un montón de muñecos y de naves que le han ido cayendo, a veces de regalo para él, a veces para su padre 😛 . También tiene un disfraz de Soldado de la Primera Orden que se sigue poniendo cuando nos descuidamos. Y desde hace un tiempo le encanta dedicar los viernes (el único día que le dejamos jugar a cosas con pantallas) a echar unas partidas a lo que él llama «el Star Wars de piezas»… que no es otra cosa que el Lego Star Wars de la antigua Playstation 2.

Gracias al juego ya se conoce las naves y los escenarios por los que discurren las tres películas originales, e incluso se sabe el nombre de todos los personajes principales y de muchos secundarios. El que elige casi siempre para manejar es el Morador de las Arenas (porque parece un esqueleto y lleva un trabuco), seguido muy de cerca por los Soldados de Asalto, con mención especial al Soldado de Asalto en Bañador. Y siguiendo con esta misma estética, también le encantan los capítulos que ha visto de Las Aventuras de los Freemakers.

Entre unas cosas y otras, me estaba temiendo que en su cabeza todo lo de Star Wars = Lego. Que no está mal para su edad, pero ¿y si esto hacía que le decepcionaran las películas originales?

Así que el otro día, aprovechando la clásica sobremesa de sábado, puse como si tal cosa la edición remasterizada en la tele para ver qué pasaba. Pues fue comenzar la clásica fanfarria y el Pequeño Pirata vino corriendo y se quedó pegado a la pantalla.

Y una vez más me reafirmo en lo que comenté en su día: el comienzo es una lección de cómo capturar y mantener la atención de cualquier tipo de público. Las andanzas de los androides en peligro, con los silbiditos tan expresivos de R2. Lo rápido y furioso que es el combate a bordo de la Tantive IV. La aparición de Darth Vader. El desierto, los jawas… todo era recibido con el emocionado parloteo del Pequeño Pirata. «¡Ahí vienen los Soldados de Asalto, papá!» «¡Hala, Darth Vader!» «¡Tiene una espada roja!» «Pum, toma ya, Soldado» «¿Quiénes son esos de los ojos rojos?» «¿Por qué se baña C3PO en aceite?»

En Mos Eisley se produjo el mismo bajón que también le ocurrió a mi Princesa en su momento. Lo único que consiguió remontarlo ligeramente fue… «¡Anda, Chewbacca!». Yo tuve que cerrar los ojos ante la escena remasterizada de Greedo, que al Pequeño Pirata le dejó un poco confundido porque no terminaba de entender qué acababa de ocurrir.

Todo lo que ocurre en la Estrella de la Muerte resultó también emocionante, y cuando finalizó el combate entre Obi Wan vs Darth Vader sólo hubo una exclamación: «¡Hala, lo ha matao! pero ¿dónde está?». Sí que le causó impresión el «¡Nooooo!» de Luke y cómo se lía a tiros con los Soldados mientras se cierran las puertas romboides.

Sin embargo, a partir de ahí el interés fue a menos. El Pequeño Pirata se había ido a su cuarto a buscar unas cosas, y volvió así:

Y la batalla de naves quedó en un segundo plano mientras él se dedicaba a revivir las desventuras de los Soldados de Asalto, pistoleando a tutiplén y tendiéndose en el suelo de vez en cuando.

Ni siquiera la explosión de la Estrella de la Muerte y la entrega de medallas consiguieron recuperar su interés. Sin embargo, para mi sorpresa, cuando acabó la película lo que dijo fue «¿Vemos ya la siguiente?»

Así que creo que tenemos entre manos un… «Éxito Parcial» 😉 . No tengo ni idea de cómo recibirá las siguientes películas, pero con ésta se lo pasó muy bien en las partes más emocionantes. Y al menos ahora ya sabe que el Star Wars «de verdad» mola tanto como el de piezas… tanto como para acompañarme cuando me he puesto a hojear los viejos manuales de Joc.

Ah, si me preguntáis sobre la trilogía de precuelas… Pues me mantengo en mis trece. Ya ha visto algún que otro episodio de Las Guerras Clon y sabe cómo es un droide de combate (uno de ellos es un personaje de los Freemaker), pero sigo pensando que no le hace falta saber mucho más. Ya tendrá tiempo de descubrirlo de mayor…

3 COMENTARIOS

  1. Pues con cuatro años, demasiado ha aguantado xD. Yo les puse a los míos todas las pelis en el 2015, antes de irnos juntos a ver El Despertar de la Fuerza, y por aquel entonces tenían… 9, 7 y 4 años. Les gustó a todos (sobre todo al de 7, que es muy fan de montar naves de Lego) pero recuerdo perfectamente que el de 4 se aburría y se piraba cada dos por tres. Y que no se enteraba de la mitad de las cosas. Yo diría que es pequeño aún para mantener la concentración en ese tipo de pelis, la verdad 🙂

    • Sí, lo cierto es que me sorprendió que aguantara tanto para ser una película que no es de dibujos animados… pero tiene su gracia que sus «picos» de atención coincidieran más o menos con los que tuvo su hermana en su momento. Curioso cuanto menos ^.^

  2. Yo se las puse a mis hijos cuando tenían 6 y 4. Lo que hice fue dividirlas cada en una en dos sesiones. Los 3 películas tienen Climax intermedios y justo las paraba allí. Por cierto, filme el momento en episodio 5 cuando se hace la gran revelación por parte de Vader. Desde que tuve hijos siempre lo quise hacer y fue genial grabar ese momento para la posteridad. Mi hijo mayor se quedó de piedra. El menor me no podía entender porque un padre puede ser malo. Mi esposa… como mis niños Aquí les comparto el video. https://photos.app.goo.gl/qYzLEBDxaKSej6L86

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