Las hachas en los juegos de rol: D&D Básico

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Como sabrán ya los lectores de este blog, el arma medieval qué más me gusta es el hacha. ¿Por qué? Bueno, hay varias razones. Es un arma de origen humilde que también es una herramienta útil en el campo. Y además como arma es toda una declaración de intenciones, como nos enseñó nuestro buen amigo Peter Woodward.

Sin embargo, tengo la impresión de que los juegos de rol siempre han dado ventajas a la espada, relegando a otras armas medievales a un escalón inferior y llenando (como hace Hollywood) los mundos fantásticos de guerreros de toda clase y condición que siempre empuñan espadas. Tal vez porque, seguramente, este arma es lo que todo el mundo asocia mentalmente a los caballeros y al medievo. En la web de la Asociación Española de Esgrima Antigua hay una página muy interesante dedicado a los mitos sobre las espadas, escrito por Óscar Torres Carrasco, la cual os recomiendo leer antes de que sigáis leyendo.

¿Ya estáis aquí? Bien. Lo que me propongo es ir analizando cómo los distintos juegos de rol plasman las características de las hachas en sus reglamentos, comparándolas con las características que otorgan a las espadas. Reconozco que soy bastante inútil a la hora de detectar fallos y munchkinismos en los sistemas de los juegos, por eso os invito a que señaléis los fallos que veáis y a que comentéis si tenéis otro parecer distinto al mío.

Comencemos con el juego de rol que lo inició todo: El Dungeons & Dragons Básico, concretamente la edición de Frank Mentzer que venía en la famosa Caja Roja que se publicó en España. En él, curiosamente, la regla básica es que todas las armas (todas) hacía 1d6 de daño, pero al final en toda la serie BECMI (Basic, Expert, Companion, Master, Inmortal, y por extensión también la Rules Cyclopedia) se adoptaba como base la norma «avanzada», que era la de daño variable según el arma.

Según las reglas avanzadas, éstas son las estadísticas de las armas:

Hacha de mano: 1d6. Rango 3, 6, 9 Precio: 4 monedas de oro. Peso: 30 monedas

Hacha de batalla: 1d8. Sin rangos. Precio: 7 monedas de oro. Peso: 60 monedas. Usada a dos manos

Espada normal: 1d8. Sin rangos. Precio: 10 monedas de oro. Peso: 60 monedas

Como vemos, la Espada Normal es más cara que las dos Hachas, pero no tanto como para que esté fuera del alcance de un personaje recién creado, que obtiene 3d6x10 monedas de oro para comprar su equipo. Y a cambio de su «alto coste», resulta que hace más daño que el Hacha de Mano. Vale, que apenas son dos puntos de daño más, pero como podéis ver para igualar el daño de una Espada Normal hay que usar un Hacha de Dos Manos. Eso sí, si optas por ella, según las reglas de D&D pierdes no sólo el beneficio de un escudo sino también la iniciativa ante oponentes que lleven armas de una mano.

Francamente, me parece una devaluación considerable del hacha. Aun siendo un lego en la materia «real» me parece razonable pensar que un hachazo a dos manos le hará más daño a un oponente con armadura que un espadazo a una mano. Pero no acaba ahí la cosa. El arma a dos manos que más daño hace según este sistema (dejando a un lado las armas de asta) es el Mandoble o Espada a Dos Manos, con un terrorífico 1d10 y un coste de 15 monedas de oro. Otra vez dos puntos más que un hacha de similares dimensiones.

Las ventajas del Hacha frente a la Espada en D&D Básico son principalmente el bajo coste y el menor peso. Pero además el Hacha de Mano puede lanzarse hasta nueve metros sin necesidad de ser un experto en ella (Sí, en la Rules Cyclopedia existe la posibilidad de convertirse en un experto en la espada, lo cual conlleva también que ¡puedes aprender a lanzarla!). Esto hace que sea una buena idea el comprarte dos hachas al crear a tu personaje. Por menos de lo que vale una espada, tienes un hacha para lanzar (con un escudo en la otra mano que te protege mientras tanto) y otra para desenfundarla a continuación para el cuerpo a cuerpo… lo cual es una excelente combinación durante los primeros niveles.

Y durante los siguientes niveles también. Preguntadle a Gimli, si no.

Sin embargo, en cuanto se avanza en el juego y se consigue sobrevivir lo suficiente, el grupo comienza a encontrar tesoros. El Dungeon Master tiene a su disposición un montón de tablas que le indican no sólo las cantidades de oro y gemas que se encuentran, sino también la probabilidad de que existan diversos objetos mágicos, entre ellos armas encantadas. Y… ¿qué nos encontramos en esas tablas?

Efectivamente, señores. Dos tablas separadas, una de ellas sólo con espadas, y otra con el resto de armas. ¿Está o no está claro cuál es el arma preferida de los diseñadores del juego? 😉

Se podría argumentar que para qué encantar un hacha cuando los únicos que van a poder pagarte son los usuarios habituales de la espada: la nobleza o la gente que quiere asemejarse a ella. Además, en cierto modo cuando los personajes ganan niveles también ganan en poder, no solo económico sino también político, por lo que es razonable que también vayan abandonando otras armas más plebeyas en favor de la aristocrática espada.

Y todo lo anterior tiene sentido siempre y cuando el mundo de juego esté inspirado en la Baja Edad media europea, con castillos y caballeros idealizados. Porque con estas reglas los diseñadores están favoreciendo justamente eso: que los personajes acaben siendo caballeros de brillante armadura con espadas.

Así que si quieres jugar con este reglamento al Señor de los Anillos, por ejemplo, donde las hachas de dos manos enanas son una buena opción de armamento, tienes que apañar el sistema por tu cuenta. Lo cual no es nada complicado, desde luego, pero ya no estarías jugando a D&D tal y como los diseñadores querían que lo jugases.

En resumen, las Hachas en D&D Básico:

Hacha de Mano: A niveles bajos, merece la pena gastar el dinero en dos hachas de mano en lugar de una espada. Tarde o temprano aparecerá alguna espada mágica, es el momento de relegar el hacha de mano a arma arrojadiza, lo cual nunca está de más.

Hacha de Dos Manos: Completamente inútil en este juego. Las penalizaciones que conlleva su uso (no poder usar escudo y perder la iniciativa siempre) no compensan el ahorro de 3 monedas de oro para hacer el miso daño que la Espada Normal.

Editado: con el reglamento en la mano, se pueden sustituir las dos hachas por dos lanzas, que son más baratas (3 monedas de oro cada una), hacen el mismo daño, tienen el doble de alcance al arrojarlas y encima puedes usarlas para cargar o resistir una carga, haciendo el doble de daño contra el oponente. Claro que el sentido común dice que no debe ser lo mismo llevar y desenfundar un hacha de mano que una lanza… ¿o sí?

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16 COMENTARIOS

  1. Muy buen artículo, espero que sigas con esta historia del hacha en los juegos.

    En mi juego de fantasía favorita, Burning Wheel, el hacha es bien superior a la espada. Hace el mismo daño que una espada, pero tiene mejor penetración de armadura. Y un hacha a dos manos… acá la llamamos el abrelatas.

  2. ¡Gracias, René! Ésa es mi intención, seguir viendo cómo los distintos juegos tratan el hacha. La verdad, yo también tengo curiosidad por ver si la sensación que tenía de que está infravalorada tiene fundamento sólido o no. Hasta el momento no me había parado a verlo con tanto detalle… así que igual me sorprendo a mí mismo desdiciéndome, aquí, delante de todos, jajaja.

    Una lástima que no haya caído el Burning Wheel en mi archivo rolero, pero ya sólo por lo que dices me siento en la obligación como fan de las hachas de hacerme con él para enmendar mi error ;-).

    Ah, y por cierto, que sepas que leo Against the Shadow cada vez que lo actualizas. Por eso para mí es todo un honor tenerte por aquí.

    ¡Un saludete y nos seguimos leyendo!

    Erekibeon.

  3. Algo muy curioso que me llamó mucho la atención. En la Iliada precisamente el arma favorita y aparentemente más efectiva es la lanza. Rara vez usan espadas, y su papel se relega a arma de «emergencia» en caso de que lo demás falle. Incluso es más común que «valientemente» tomen una gran piedra del suelo y la usen como arma.

    Muy interesante cómo cambia la visión en algunos siglos, ¿no?

  4. Hola, Damián, bienvenido y gracias por comentar.

    Supongo que si D&D se hubiera ambientado en la Grecia clásica, la lanza habría hecho 1d8 de daño, jejeje.

    Como bien apuntas, en momentos distintos y en culturas distintas se mitifican armas distintas. A veces asumimos que esa mitificación es porque ese arma es más eficaz que las demás que existían en ese momento, pero como comentaba en mi anterior artículo sobre el tema no siempre es así. Hay muchos otros condicionantes como las tácticas de guerra (no es lo mismo luchar en falange con sarissas que a caballo y con armadura), la religión, el status, etc etc.

    El tema es lo suficientemente interesante como para hacer una tesis sobre ello. Mi opinión, como ya habrás leído, es que los juegos de rol le dan demasiada ventaja a la espada frente a otras armas a nivel mecánico, guiados por el pensamiento de que si era el arma de los caballeros o los samurais es porque mataba mejor. En el caso de D&D, ya hemos visto que sí… vamos a ver qué pasa en el resto.

    Gracias de nuevo por pasarte por aquí, Damián. ¡Un saludete!

  5. !Qué gran verdad¡ Y mira que el hacha es un arma chula y muy baraa de construir. Mucho más rápida de hacer que una espada y al alcance de todo el mundo…
    Y si encima le ponías un pincho detrás tenías una abre-armaduras estupendo, como los martillos de guerra, vaya.

    Bueno un saludo 😀

  6. ¡Gracias por pasarte por aquí, Juancho!

    Y ya era hora de que actualizaras tu blog, que me leí de cabo a rabo en su momento. Prometo devolverte la visita 😉

  7. Pues justo me pillas actualizando cositas. Prometo no dejarlo de lado otra vez. Yo ahora mismo me voy a suscribir al tuyo, que eso de friki integrado me ha llegado al alma 😀

  8. No, si ya me he dado cuenta de que le estás añadiendo cositas, es lo guay de tenerte en Netvibes, que en cuanto actualizas te leo en el momento 😉

    Y lo de friki integrado, digamos que aún camino por el borde del abismo. Afortunadamente mi desmesurado carisma personal me sigue salvando de caer, jajaja.

    Nos leemos!

  9. Vaya, Kerish, tu sabiduría sobre mi arma predilecta me asombra… un post muy instructivo, desde luego.

    Yo también soy partidario de la teoría de que tuvo que haber una «esgrima» de hacha. De hecho, como comentaba en una entrada anterior, por lo visto se conservan algunos tratados sobre el hacha de petos que servían para instruir a la nobleza. Cuántos de esos trucos no se habrán aprendido del pueblo llano, jajajja.

    ¡Nos leemos!

    P.D.: He tratado de dejarte un comentario en tu blog, pero me obligan a ser de Windows Spaces… hace tiempo que borré mi cuenta ahí, después de lo ocurrido con mi otro blog. ¡Una pena!

  10. No pasa nada, Erek, no te preocupes, con que tengas la info y la consideres buena, sobra.
    ¿Puedo llamarte Erek? heheheh, me halaga que lo hayas encontrado instructivo, a ver si encontramos algo de ese esgrima de hacha, que tiene que estar interesante.
    Y bueno, no faltan mujeres que hayan usado el hacha, alguna leyenda hay por España y por Francia está lo de «Annette hachette», me parece.
    ¡Nos leemos, compadre, ya te seguiré visitando!

  11. saludos!!

    La verdad, que he encontrado este hilo de casualidad.

    He hecho esgrima antigua, incluso conozco en persona a oscar torres y a su «maestro» Alberto Monprezzi. Ignoro si alguno de vosotros tambien ha practicado este arte marcial (porque eso es lo que es a fin de cuentas y no solamente un deporte).

    Hace ya muchos años jugaba al rol, al AD&D. Cuando diseñe mi primer personaje cree un barbaro bien alto y fuerte, que esgrimia un hacha a dos manos casi igual de enorme. Encontre con consternacion que este arma impresionante no hacia tanto daño como un mandoble.

    Cuando me hize master cree reglas especificas para las hachas. Aplique bonificaciones contra armaduras y aumente un poco la base de daño de algunas de las hachas. Hize lo mismo con el martillo de guerra y con las mazas. De este modo llevar una de estas aras empezo a tener algun sentido.

    Relamente, despues de practicar un poco de esgrima, sientes en tus carnes como un impacto de hacha sobre ti, por mucha armadura que lleves, lleva una tremenda inercia, es posible que del filo de libres, pero la contusion es inevitable y la armadura tendera a abollarse. Incluso puedes quedar sin sentido si eres golpeado en la cabeza, por grueso casco que lleves puesto. Esto no sucederia tanto asi con una espada.

    Un saludo y perdonar mi extension

  12. ¡Hola, Amador!

    Gracias por pasarte por aqui y compartir tu experiencia de primera mano. Yo afortunadamente nunca he recibido un hachazo (y espero que por mucho tiempo siga así 😉 ), así que todas mis conclusiones vienen de ver documentales, como los que reseñaba de Peter Woodward.

    Ya que contamos contigo, ¿es cierto eso de que el hacha es mas difícil de manejar que la espada?

    Un saludete y gracias de nuevo!!

  13. Respecto a lo de las lanzas… Te juro que yo como máster he visto entre mis jugadores uno de esos míticos «Saco mi lanza» haciendo el gesto de desenvainar una espada…
    Respecto a las hachas y las espadas, en Aquelarre es más realista, ya que la espada está clasificada como arma noble o de soldado, y solo unas pocas clases pueden dominarla, mientras que, por el contrario, las hachas son armas de campesino o villano, mucho más extendidas.

    Pero vamos… donde esté un buen hacha, que se quiten las endebles espadas!!

    • Jajajja, es verdad, yo también he tenido uno de esos que desenvainan lanzas 😛 Encima no queda muy claro qué longitud tiene la que figura en D&D Básico. Aunque, como se puede lanzar, no debía ser demasiado larga…

      Esa regla de Aquelarre me encanta, precisamente por lo que comentas: aporta un realismo que otros juegos no tienen. Lo único que no recuerdo qué daño hacen una y otra… tendré que mirarlo en casa para verlo, pero creo recordar que en la última edición sí que hacían que el hacha fuera un poco más potente.

      ¡Un saludete, maese Kokuro!

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