Reflexionando sobre educación

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Tras el post de las aventuras de Rosamía recibí muchos cumplidos (¡gracias!), pero el más importante para mí fue el que recibí de mi Reina, que al fin y al cabo es la co-educadora de mi Princesa 😉 Además me chutó esta charla de TED de sir Ken Robinson sobre educación con la que ella estaba bastante de acuerdo:

Una charla que hasta el momento no había visto, aunque no sea precisamente nueva (seis años ya). Y vale que el tío se enrolla demasiado con coñas marineras, pero me parece que los puntos principales de su exposición siguen siendo muy válidos. Por ejemplo, a mí también me parece que la creatividad debería ser tan importante en las aulas como la alfabetización si queremos que nuestros churumbeles tengan alguna oportunidad en ese futuro desconocido y cambiante que les aguarda.

Pero viendo que nuestro sistema educativo es el que es (también el de ahí fuera) y que no tiene visos de cambiar a corto plazo… ¿qué nos queda?

Pues estimular nosotros mismos su creatividad. Mostrarles formas divertidas e inesperadas para usar esos conocimientos. Fomentar su pensamiento lateral. Y ahí creo que el rol puede jugar un gran papel, sobre todo si ponemos más énfasis en estas facetas que queremos desarrollar.

Claro que ¿dónde ubicar ese énfasis? ¿En el reglamento, en las aventuras, en ambas? ¿Y cómo? ¿A través de puzzles físicos, de situaciones, de elecciones morales? ¿De todo lo anterior?

Pues ésa es la madre del cordero. Aunque dicen que hacer las preguntas correctas es estar en el camino de la solución…

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8 COMENTARIOS

  1. Una charla interesante pero creo que sigue ahondando en otra gran mentira que es la de valorar a la gente por su éxito y no por su felicidad. Si a mi hija le da por bailar no espero que sea millonaria, me basta con que le de para vivir haciendo lo que le guste. Y por otra parte también ahonda en que somos nuestro trabajo, y a lo mejor el trabajo no debería tener tanto peso y lo que somos es lo que hacemos fuera de él. Todo vestido de lo importante que es la creatividad, que siempre queda muy poético.

    • Precisamente el tío tiene una segunda charla (ésta) que hizo mucho después y que creo que abunda sobre lo que apuntas: que la educación aleja a la gente de sus talentos naturales en lugar de descubrírselos.

      Y no sé, a mí no me parece tan malo eso de querer trabajar en lo que te gusta y para lo que tienes un talento innato 😛

  2. Yo en temas de trabajo y felicidad no me meto. Pero en educación sí, que para eso me dedico a ello. Estoy muy de acuerdo en ese aspecto sobre lo que dice este Sir. A lo mejor estoy viciado porque lo que yo enseño es ingeniería, pero es crucial enseñar a resolver problemas a los chavales. Y cuando digo resolver problemas no me refiero a memorizar las 4 formas de resolver los modelos A, B, C y D, sino a saber usar la creatividad, la imaginación y las herramientas que tienes a tu alcance para encontrar la mejor solución posible al problema que tienes delante.

    Hay una película que resumen, desde mi punto de vista todo esto, y que es al menos la imagen que yo intento inculcar de lo que debería ser un ingeniero: Apolo 13.

    • ¡Buenas, maestro! Anda, ahora va a resultar que te tengo que llamar «Maestro» con todas las letras 😛
      Lo que comentas se parece mucho a la anécdota sobre Bohr que contaba Jordi Torrubiano
      en el hilo de Google Plus. Hubiera estado bien saber quiénes eran esos maestros de los que hablaba Bohr y qué metodología siguieron con él…

      Y vaya, ya que la recomiendas tendré que ponerme a ver Apolo 13. Nunca me había llamado mucho la atención.

      ¡Un abrazote!

  3. «Debemos encajar esta pieza cuadrada en esta otra redonda, pero sólo podemos usar el contenido de esta caja» 🙂
    Muy buenas.
    La resolución de puzles siempte está bien, pero creo que el punto fuerte de los juegos de rol es la toma de decisiones y la posibilidad que da de experimentar las consecuencias de forma inocua.
    Este puede ser el punto más delicado con los niños. Lo digo desde mi experiencia con adultos que no aceptan las consecuencias de sus decisiones.

    • ¡Buenas, maese Etheyrn!

      Totalmente de acuerdo, explotar la faceta de «simulador social» del rol. Partidas que sirvan para explorar y simular las consecuencias de decisiones «malas»… ¿sería una nueva forma de la tradicional fábula?

      Aunque claro, la movida está en qué situaciones plantear. ¿Un Grand Theft Chuches? ¿O meterse en el pellejo de un matoncillo de barrio?

      Efectivamente, ésta es otra línea por la que deberíamos abundar…

      ¡Gracias por el comentario, maese! Un saludete.

  4. Creo que los juegos de rol pueden fomentar el pensamiento lateral en especial en situaciones sociales, como cuando los pjs se enfrentan a alguien que teóricamente debería ser su enemigo y lo transforman en aliado enfocando el problema desde un punto de vista distinto, dándose cuenta de que ambas partes pueden lograr lo mismo si cooperan y sólo una lo logrará si combaten. De la misma manera, se pueden resolver interrogatorios, negociaciones comerciales, etc, haciendo al árbitro preguntas que este no se espere, que nazcan de ese pensamiento lateral.

    Pero, también he visto resolverse con pensamiento lateral y creatividad situaciones de ingeniería, en especial en dungeons, lidiando con trampas. Los jugadores me han llegado a hacer cosas realmente ingeniosas para superar obstáculos, en especial quienes no pensaban en las trampas en algo a inutilizar o esquivar, sino como una herramienta que permite superar la propia trampa.

    En cualquier caso, lo que más estimula la creatividad es poner a los alumnos en situaciones sólo un poco más difíciles de lo que saben hacer en ese momento (andamiaje) y centrarlas en temáticas que les interesen, temáticas concretas.

    • Muy buena idea, maestro: diseñar los encuentros dándoles alguna faceta o espacio para propiciar el uso de pensamiento lateral. Los encuentros sociales tal cual acabas de describir, con algún motivo para que PNJs y PJs puedan trabajar juntos. Y los encuentros con trampas… bueno, al menos en la Vieja Escuela todas las trampas tenían la posibilidad de que aplicaras este tipo de pensamiento, jejeje.

      El caso es que con niños esto cobra especial importancia. Ellos consideran «malos» a todos los oponentes, con lo que ni se plantean otro curso de acción que no sea vencerlos por la vía rápida (vaya, como cierto tipo de jugadores más creciditos :-P), así que me temo que tendría que ser el propio DJ el que les señale esas otras posibilidades, bien a través de los propios PNJs, bien a través de consejos masteriles directos. «¿Has pensado que los trasgos y tú podríais luchar juntos contra los monstruos gelatinosos? Así los trasgos podrían comerse la gelatina, no tendrían más hambre y no atacarían nunca más a la Pequeña Granjita…»

      «Comida para el serebro», que dirían los guiris, jejejeje. ¡Muchas gracias por el apunte, maestro Calaboso!

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