Como seguramente ya sabréis, hace ya unas cuantas semanas me incorporé al grupo de Carlos de la Cruz justo a tiempo para ver cómo acababa la campaña de Nippur y para empezar la campaña de Dragon Pass… y tiene gracia, después de tanto tiempo sin jugar, resulta que vuelvo por la puerta grande ¡a Glorantha! No puede haber mejor presagio, por Kargan Tor.
Tras asistir al espectacular final de la campaña de los Piratas, con monstruo marino, señores de las pesadillas y ciudad en llamas en un gran derroche de presupuesto en efectos especiales, nos pusimos a crear el clan de los Varmandi, utilizando para ello el Sartar: Kingdom of Heroes (y que se me cayó al suelo por accidente, para horror mío y de todos los presentes 🙁 ). Hicimos un recorrido por la historia del clan desde los inicios de los tiempos, en forma de preguntas sobre lo que hicieron nuestros antepasados en tal o cual evento. En función de lo que los jugadores vayan contestando el clan va teniendo un beneficio u otro o dando importancia a una actividad por encima de otras. En nuestro caso, el clan consiste en guerreros berserker con muchas runas de aire y de magia, cuyos principales enemigos van a ser los dragones… si todavía existen en Dragon Pass, claro.
El caso es que la sesión no dio para más, así que Carlos nos puso en su blog las reglas de creación de personajes que íbamos a usar. Con ellas intenté crear un personaje en casa. Y digo intenté porque, como veréis, una cosa es lo que fue y otra cosa es lo que finalmente resultó.
Desde el principio tuve claro que quería interpretar a un viejo guerrero ya un poco cascado pero de apariencia intimidante, que entre hachazo y hachazo dijera de vez en cuando variantes de «dices tú de mili» y «piensa, McFly, piensa».
Ah, sí, y que tuviera este aspecto:

Con estas premisas en mente, éste era mi primer esbozo de hoja de personaje:
Voranth el Varmandi
Aspecto principal: Viejo Bárbaro
Aspecto problemático: En cada clan tengo una mujer. Aunque viviera en el clan Varmandi, frecuentemente tenía que ir furtivamente a otros clanes cargado con una cabra, con un ciervo o con comida para mantener a esas otras mujeres…
Tu primera aventura: La astucia es tan importante como la fuerza.
Aspecto libre: Mirada que entierra.
Habilidades Mágicas: Runa del Movimiento
Características físicas: Fuerza, Agilidad, Alerta
Características mentales: Voluntad, Encanto, Intuición
Estatus social: +1
Profesiones: Guerrero, Cazador, curandero
Habilidades: Lanza y Escudo, Caza, Sigilo, Curación.
Pero por supuesto, ningún plan resiste el contacto con el enemig… estooo… con tus compañeros de mesa. Al día siguiente nos juntamos cuatro guerreros cazadores 😛 Ole con ole. Claro que podríamos haber tirado para adelante así, pero ¿para qué? Además, según íbamos hablando y comentando entre los cuatro y el máster iban surgiendo nuevas ideas e íbamos redefiniendo algunos y perfilando otros sus personajes. Así que poco a poco mi PJ fue pasando de ser un Guerrero Cazador a esto otro:
Gunnar Barbagrís
Un veterano guerrero y maestro de leyes, compañero de aventuras del Jefe Vargast. Es una especie de tutor para Varmand. Es conocido por su amor por descubrir secretos, por dejar un hijo en cada clan que visita y por el grimorio de hechicería que encontró en una aventura. Es un Iniciado de Lhankor Mhy, señor del conocimiento.
- Aspectos: Buscador de secretos oscuros, Un hijo en cada Clan, Viejo barbagrís, Amigo de Heroelt, Grimorio de magia draconiana.
- Habilidades
- +5: Intuición
- +4: Runa de la Verdad, Hacha
- +3: Oficio (Maestro de Leyes), Encanto, Agilidad
- +2: Oficio (Guerrero), Posición Social (Thane), Runa de la Ley, Voluntad
- +1: Oficio (Cazador), Runa de la Oscuridad, [Pendiente], [Pendiente], [Pendiente]
Es decir, un tipo muchísimo más interesante que Voranth. Sigue siendo un viejuno que cuenta batallitas, pero ahora resulta que no sólo sabe de leyes orlanthis, sino que encima es una especie de Indiana Jones gloranthano. Y ahora lo visualizo tal que así:

Se nota el cambio, ¿eh? Está claro que es mejor hacer el personaje en una sesión conjunta que en la casa de cada uno. Recuerdo nos pusimos de acuerdo Heroelt y yo para ponernos respectivamente Mercader y Maestro de Leyes a +3, dejándoles el papel primordial de guerreros a Sven y a Ingard, lo que a la larga nos ha dividido en dos subgrupos que a veces tienen que separarse.
Respecto a la partida en sí, bueno, he estado escribiendo durante varios días un resumen de la partida que se alargaba y se alargaba porque siempre se me quedaba algo en el tintero. Y total, como Carlos seguramente la hará, pues le dejo a él la tarea 😛
Al final creo que es mejor dejar mis impresiones desde el punto de vista del jugador, no del personaje. La verdad es que temía desde el principio caer en alguna de los múltiples vicios que comentaba Britait recientemente, pero creo que he conseguido evitarlos (o eso creo)… principalmente por dos motivos: 1) Porque estoy en un grupo nuevo a cuyos miembros estoy empezando a conocer ahora, y 2) porque no tengo ni la más remota idea sobre el sistema FATE. Por Crom, ¡si hasta me tienen que prestar los dados Fudge!
Pero también creo que influye el saber lo que es estar al otro lado de la pantalla. Por eso trato de respetar al máximo las decisiones y el trabajo del máster, a veces incluso en contra del interés de mi personaje.
Y hablando del máster, espero que no suene demasiado a peloteo cuando diga que es todo un lujazo tener como máster gloranthano a alguien tan versado en la materia. Desde el sistema de gobierno de los clanes orlanthis, pasando por su estilo de vida, sus creencias y las pintorescas formas de relacionarse entre los clanes y entre los miembros del mismo clan, Carlos lo salpica de una cantidad de detalles que hacen muy sencillo que acabes pensando como un orlanthi. Muy útil para cuando llega la hora de tomar decisiones sobre qué hacer con un miembro del clan que acepta sobornos, por ejemplo. Lo cual transforma una situación típica de «lo matamos» en algo mucho más complicado… y me encanta que sea así 😛
También me estoy adaptando a la dinámica del grupo, muy cinematográfica, y no solamente en cuanto al estilo de la historia. Han habido unas cuantas veces en las que éramos más un grupo de guionistas decidiendo cuál era la forma más espectacular de plantear y resolver una determinada escena que unos jugadores encarnando sus personajes. Es decir, todos tienen la posibilidad de aportar su punto de vista sobre cómo molaría más la escena, y aunque Carlos siempre tiene la última palabra, si tu aportación les mola a todos te la compran, esté tu personaje ahí o no. Esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero de momento estoy disfrutando las ventajas.
Y abundando sobre el grupo, me lo estoy pasando en grande con cómo encarnan a sus respectivos personajes. Puede que Sven siempre esté pensando en matar, mutilar y destruir, pero tiene sus motivos, y lo cierto es que su presencia incrementa la tensión de casi cualquier situación en la que nos encontremos. Ingard está tratando de demostrar continuamente que pese a su juventud merece estar entre personajes que le doblan en edad y en experiencia, y eso a veces le lleva a meterse en unos líos de los que suele salir por los pelos. Y Heroelt es capaz salirte con un plan para darle la vuelta a cualquier situación, por desesperada que sea, y convertir las desventajas en ventajas, pero nunca terminas de saber si está de tu lado del todo o no. Está claro, a mí me ha tocado ser Murdock (Artus Silenis, guiño, guiño 😉 )
Lo cierto es que creo que son personajes que se complementan muy bien, pese a sus caracteres tan dispares. Lo mismo te masacran con éxito un destacamento del Faraón que les supera en proporción 3 a 1 que te convencen a un heraldo de que esa masacre no es para tanto, que con pagar unas cuantas vacas como compensación va que chuta.
En cuanto al sistema, lo cierto es que lo que voy comprendiendo de él me está gustando. Propicia una narración muy fluida al tiempo que cubre prácticamente todas las situaciones que se plantean, tanto de combate como sociales. Además, la mecánica de invocar aspectos tanto para bien como para mal me parece muy interesante y elegante para resolver conflictos de control de la narración. Me lo apunto.
Y poco más por el momento. Desde aquí agradecerles a todos ellos por acogerme en su grupo y hacerme sentir uno más desde el primer momento. Me queda el comecome de querer aportar algo más al grupo, jejeje.
¡Seguiré contando!
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