Hace cuatro años descubrí esta animación en flash de Santiago di Camillo, y me causó tanta impresión que estuve viéndola una y otra vez durante varios días. Esa estética de vidriera de iglesia medieval, esa música y esa historia, que condensa unos cuantos mitos nórdicos en apenas dos minutos… todo ello me conmovió en su momento.
Recientemente, durante un berrinche de mi Princesa, la recordé y se la enseñé. Impagable cuando volvió su carita y dijo «Máh vikingoz»…
Aquí os la dejo. Disfrutadla. Y a ver cuántas veces le dais al «¿Quieres que te la cuente de nuevo»? 😛
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