Salgo momentáneamente de mi somnolencia bloguera para reseñar mi paso por las LES 2013, como ya hice en anteriores ocasiones. No por dar envidia por el atracón de rol, que no hubo 😉 sino por demostrar que se puede ir a este evento sin apuntarse a nada y, aun así, pasárselo de miedo y quedarse con ganas de más. ¿Que cómo puede ser eso? Muy sencillo. El ingrediente mágico que convierte todo en una auténtica fiesta es, como en tantas cosas de la vida, la…
Gente
Y es que la mayor parte del tiempo estuve saludando, desvirtualizando y charlando con un montón de amigos y conocidos de la rolesfera. Como dijo el maese Elwood, dan ganas de hacerse para la próxima un «cuaderno de avistamiento» para ir tachando y apuntando a quién has visto 😛
Allí estaba media SGRI, la mayor parte dirigiendo partidas. Detrás de las pantallas estaban +Bandido, George, Jacobo Peña, Bester Brainstormer, Carlos de la Cruz, Rodrigo García Carmona, Ismael Holocubierta, José Manuel Palacios y Urox. Menos mal que Roberto Alhambra y Meroka estaban de jugadores en otras partidas y que por la tarde aparecieron el Maestro Terrax y su dama Heriss, así no me dio tanto palo ser de los pocos SGRIanos que no dirigió. Por supuesto, el incombustible Plunder estaba empotrado en los Camisetas Naranjas, organizando y cuidando muy especialmente la zona dedicada a rol.
También hicieron de las suyas los camaradas de Coslada d100, los irreductibles Bukran, Osboropop y Dekcard, que fueron la sombra del mismísimo Steinkel. Compartieron con él la partida de Bester y fueron jugadores en la partida que el insigne lorquino arbitró por la tarde. Ganas tengo de saber cómo les irá en las Chainmail Bikini 😀

Y despues de mucho tiempo pude saludar y departir un poco con la delegación de Ludotecnia: Avatar, Jon Nieve y Alberto_orco, que espero que le envíe directamente a Herr Doktor un abrazo de mi parte 😉 Fui testigo del paso fugaz de Velasco, camuflado como civil, y de Josemasaga, el inefable impulsor de DCC en nuestro país. Conseguí cruzar un par de palabras con Gonzo Bríos, con el maestro Carlos Plaza y con Ransil Kuronenko y EvilPollo, saludar de nuevo al maese Kharma y su camarada de armas Javi, y por fin volver a darle un abrazo a Miguel A. Villén, a cuya reina Inma Rico pude por fin desvirtualizar y conocer en persona.
Y hablando de desvirtualizar, este año también le he puesto cara a un montón de ilustres roleros, tales como a +Elwood Barry y a +Jose Manuel Real, embajadores de The Roach Room, a Tremandur, que prefería ser conocido por su nombre muggle 😛 , a +Kokuro Enzo y +Panchodik Yifu, los artífices de Aker Codicem, a +Senshi Shiroi de El Crítico Blanco y al Capitán Alain Masseri.
Por cierto, que me sigue maravillando esto de departir con tanta familiaridad y buen rollo con gente a la que acabo de conocer en persona. Que sí, que nos hablamos todos los días, pero no me digáis que no tiene su punto extraño :-D.
Actividades matutinas
Al llegar lo primero que hice fue lanzarme al mercadillo solidario, hacer mis primeras compras y luego recorrer los stands en dirección a la zona de rol, para saludar al numeroso grupo de conocidos que ya estaban por allí. Y fue entonces cuando me enteré de que ya estaban completas todas las partidas anunciadas, por lo visto desde los diez minutos siguientes a abrirse las jornadas. De récord, oiga. A ver si para las del año que viene se aumenta el número de partidas previstas.
Sin embargo me chivaron que los Camisetas Naranjas habían conseguido montar algunas partidas nuevas para acoger la demanda de rol, así que me apresuré a apuntarme a la entrada, donde estaba la organización. Y efectivamente, había un hueco para una mesa de FAE y me apunté. Pero cuando volví a la zona de rol y vi que se trataba de la mesa que arbitraba Urox, que ya había visto que llevaban ya bastante tiempo, decidí no comparecer y no interrumpir la narración. Luego me contarían que no llevaban tanto tiempo y tal, pero bueno, prefiero no molestar cuando hay primerizos en la mesa.
De todos modos, en unas jornadas como éstas es imposible aburrirse. Aquello estaba lleno de mesas llenas de dioramas, juegos de tablero, miniaturas y demás. Y algunas de ellas portaban unas llamativas banderolas amarillas de «Se necesitan jugadores»… así que ¿por qué limitarse al rol? 😛
El caso es que después de curiosear un rato por la zona me llamó la atención fue una pequeña mesa con lo que parecía un Heroquest. Y cuál no sería mi sorpresa al ver que quienes estaban en la mesa eran Kharma y su amigo Javi, con el que había coincidido en una partida de la Pathfinder Society. Por lo visto estaban representando a su club, los Caballeros Templados, con una mesa de DungeonBowl.

¿Y de qué va? Pues se trata de un BloodBowl que se juega en un dungeon. Los Caballeros Templados han hecho su propia versión de las reglas, que podéis encontrar aquí. Los equipos son de seis jugadores y se trata de encontrar la pelota, que está escondida en uno de los seis cofres que hay repartidos por la mazmorra, y llevártela a tu zona. Quien marca un único touchdown, gana. Pero claro, la cosa no es ni mucho menos sencilla. Los pasillos son demasiado estrechos, hay fosos, seis teleportadores (que dan muchísimo juego) y tres armarios de donde recoger armas, hechizos y pociones con las que puñetear el contrincante… y por si fuera poco existe un tercer equipo, los habitantes de la mazmorra, que el árbitro utiliza para incordiar a los dos equipos.
Total, un caos absoluto donde el azar es el único que manda. Y prueba de ello es que, siendo como soy un negado absoluto para el Bloodbowl, acabé ganando a un compañero curtido en el juego que se sentó posteriormente para jugar (¡un abrazo desde aquí, camarada!). Al principio parecía que todo le estaba saliendo bien a mi rival, pero entre los teleportadores y los bichos del árbitro la situación cambió drásticamente y me encontré con la pelota en posesión de uno de mis blitzers orcos, con un par de defensores entre él y la zona de touchdown. En total creo recordar que tuve que hacer tres tiradas para conseguir marcar, alguna a 4+. Y ante mi sorpresa mayúscula el orco ¡las superó todas y marcó el touchdown! Aún pensaría que fue un flipe mío si no fuera porque el gran Kharma ha inmortalizado el momento en su última tira cómica 😛 ¡Muchas gracias, maese!
La colina del trolleo
Como el año anterior había salido tan bien la experiencia de ir a comer bocatas al parque de enfrente, este año nos juntamos un auténtico tropel de roleros para asentar la tradición. Y es que ahora mismo no se me ocurren alternativa donde puedan comer veinte personas, sin reserva previa y con menú adaptado a lo que cada bolsillo quiera llevar/comprar/compartir. Por no hablar de eso de poder trollear a gusto con todos tus compañeros, que necesita un nivel de voz que tal vez supere lo admisible en cualquier otro local :-P.
Lo cierto es que fue una comida antológica, con roleros de todas partes de España charlando y trolleando amigablemente sobre tantos y tantos temas de la rolesfera. Eso sí, lo que se habla en la colina, se queda en la colina, ñej ñej ñej.

Actividades vespertinas
Volvimos a las Jornadas justo a tiempo de poder apuntarme con el maestro Rodrigo García y +Eva Yañez a una partida de Rol Negro, para el que sólo quedaba libre una plaza más. El tema es que cuando estábamos ya sentados a la mesa se acercó una pareja: él se había apuntado a la última plaza y ella se quedaba a mirar. ¡Pero bueno! ¿esa iba a ser la primera experiencia de esa chica con el rol? «Ufff, paso de jugar, cariño, la última vez me aburrí viéndote tirar daditos y hablando de cosas raras». Claro, mi Aspecto de Evangelizador del Rol no podía permitirlo, así que acepté el punto FATE y le cedí mi sitio a la chica 😛
Lo cual me dejó la oportunidad de acercarme a observar la partida de la Espada Negra que Verion estaba arbitrando. Tenía curiosidad, con tanto anuncio tremebundo y hardcore, y tuve la ocasión de ver en acción el sistema de combate. Un sistema que utiliza monedas con runas y en el que puedes utilizar puntos de Fatiga para esforzarte en diversos momentos del combate: a la hora de la iniciativa, de la tirada de golpear y del daño que haces. Esto ofrece muchísimas opciones en un combate, ideal para los que sean fans del sajarraja detallado.
Después me pasé por la zona de juegos para niños, donde estuve observando una partida de «Busca del Tesoro», un juego de cartas con dibujitos muy monos y bastante rápido, y con Bester estuvimos lurkeando la partida de Elwood y su dama a Room 25, un juego de tablero que representa a la perfección la película Cube. También tuve la oportunidad de explicar a dos Camisetas Naranjas las diferencias entre AFMBE y ZCorps, y salieron intrigados con las posibilidades de tener una ambientación cerrada y utilizar el sistema D6… o eso me pareció ^.^
Y cuando estábamos fuera Terrax, Heriss y Carlos de la Cruz y yo mismo, descansando del calor imperante, va y aparece el maese Meine Kleine y nos ofrece arbitrarnos una partida de DELI, su juego de rol gratuito. Ahí mismo, sin más requisitos que unos cuantos d10, unas cuartillas y unas tiradas en la tabla que consultó a través de mi móvil. Lo cierto es que podíamos haber preguntado si había alguna mesa disponible a la organización, pero es que se estaba tan bien en el suelo, tan fresquitos…

Pues con esos mimbres nuestro DJ se sacó de la nada una pedazo de historia: tres caballeros cruzados y una tabernera se encontraban encerrados con más gente en una especie de gigantesco cubo de metal oscuro que había aislado una manzana entera de Jerusalén. Gabacheces, extraterrestres y espadas poderosas nos hicieron acabar la jornada ya de noche, mirando los resultados de los dados a la luz del móvil de Terrax. Decir que estoy impresionado por la capacidad de improvisación de Meine Kleine es quedarse muy corto. De verdad, no tengo palabras… salvo repetir su eslógan final: «Jugad más DELI» ^.^
Y con esto y una rápida despedida de todo Crom, acabé las jornadas sobre las 10 y pico o así…
Botín
Salvando el juego de cartas y el Roma, el resto fueron adquisiciones en el mercadillo solidario. Me quedé con ganas de echarle el guante al Juego de Aventuras Básico del Señor de los Anillos, pero 30 euros me parecieron demasiados para sólo el libro.
En definitiva
Pues que fue una pasada conocer, departir y saludar a tantísima gente a la que leo todos los días. Y esto de que queden 360 días hasta la próxima se me hace muy cuesta arriba… porque por supuestísimo que iré a la siguiente, jejeje.
Y antes de acabar, un inmenso GRACIAS a la organización, cuyos Camisetas Naranjas me hicieron sentir en todo momento como si estuviera en casa. Desde las rosquillas caseras, pasando por los saludos ocasionales y la atención permanente, si no fuera por ellos y por todo lo que manejan entre bambalinas dudo mucho que fueran unas jornadas tan geniales.
¡Hasta el año que viene!
Responder a Erekíbeon Cancelar la respuesta