El cubo gelatinoso. Ese monstruo de la limpieza imprescindible para tener los dungeons relucientes y sin pelusas, telarañas y demás basura orgánica… y que, francamente, nunca ha dado mucho miedo. Sí, tiene una posibilidad de 1-4 en 1d6 para sorprender, pero a menos que el grupo esté compuesto por ciegos y cojos es muy difícil que este obstáculo móvil (y lento) cargadito de tesoro llegue a matar o a perseguir con éxito a alguien.
Por eso me hace gracia el empeño de los artistas en presentarlos como si hubieran cazado a un incauto. Por ejemplo, en la ilustración que viene en la Caja Roja de Essentials:
El caso es no te fijas en estas cosas hasta que un domingo de aburrimiento sacas la Caja Roja de Essentials (que no te importa que se abolle, se moje, se rompa o se doble) y utilizas unos cuantos contadores y el mapa para jugar una historieta con tu hija. Un guerrero y una elfa van por una encrucijada, espantan unos lobos con flechas en el culetillo y son capturados por unos trasgos. Pero consiguen escaparse de la celda y protagonizan una emocionante fuga por todo un dungeon lleno de orcos, trasgos, un ogro e incluso un dragón.
Y cuando estás recogiendo el juego porque es la hora de comer, de pronto tu hija repara en la ilustración del Cubo Gelatinoso. Y se pone a llorar desconsolada diciendo que ella no quiere que la atrape ninguna gelatina y la convierta en esqueleto con la mano fuera.
Claro, a uno le viene la sonrisa a la cara, porque ¿ni trasgos, ni orcos, ni dragones ni zombis? ¿Lo que da más miedo es un cubo gelatinoso? Pero claro, es que ninguno de los otros tiene esqueletos dentro.
Menos mal que veo dibus con ella y puedo ponerle otros ejemplos más divertidos. En realidad es muy fácil derrotar a los cubos gelatinosos, Princesa. ¿No te acuerdas de aquel monstruo de gelatina que se comió a Candace, la hermana de Phineas y Ferb?
¿O de Meneos, que era un cubo de gelatina de frutas creado por Kowalski y que se lo comió a él y también al Rey Julien?
Así que ya ves, Princesa, no hay que tener miedo de los cubos gelatinosos. ¡Si son hasta divertidos y todo! Eso sí, que sepas que no te los vas a encontrar camino del cole o por la Vaguada. Viven donde están los dragones, los enanos y los castillos encantados, y allí hay también hechizos que convierten a los esqueletos en gente de carne y hueso otra vez. Nada por lo que preocuparse.
Y ya se encargará tu padre de estar más atento a las ilustraciones que te enseña. Y de seguir viendo dibus contigo, claro 😉
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