Antes de nada, tenéis mi autorización expresa para que paséis de esta reseña. Soy consciente de que a estas alturas ya estaréis bastante hartos de leer opiniones sobre esta peli. 😛
Sin embargo, yo tengo que hacerla. Y es que si este blog hubiera existido allá por 2001 habría reseñado por narices las películas del Señor de los Anillos. Habría comentado que fui al cine cuatro veces a ver La Comunidad (una en VSO), tres veces Las dos Torres y otras cuatro El Retorno del Rey. Habría contado que fui al estreno de la primera y la última con la cúpula de los Exploradores de Camelot, que nos emocionamos hasta las lágrimas en la carga de Rohirrim, etc etc… y hoy, empezando 2013, me habría encantado volver a leer al Erekíbeon de hace una década. Probablemente también habría meneado la cabeza ante algunas cosas que habría dicho… pero bueno, lo importante es que habría quedado constancia para que mi Princesa hubiera sabido de primera mano y «en caliente» lo que pensaba su padre de aquellas películas.
Y esa es la razón por la que voy a poner por aquí lo que pienso a día de hoy de El Hobbit: Un viaje inesperado. Lo dicho, avisados estáis. 😉
El estreno
Mi intención fue intentar ir a verla el 14 de diciembre, día del estreno, en la sala 25 del Kinépolis, pero la sala estaba completa ya desde una semana antes. Sin embargo había hueco en casi todos los demás cines… Así que al final mi Reina y yo elegimos el Plaza Norte, en una sesión de las 8 de la tarde y en formato digital, sin más florituras.
Después de realizar las gestiones pertinentes para dejar a mi Princesa con mi suegra, fuimos a la sesión… y se nos cayó el alma a los pies cuando vimos que ninguno de los kioskos electrónicos de Entradas.com funcionaba.
Comprar en entradas.com. Llegar al cine y ver que los ¡5! cajeros están fuera de servicio. #facepalm.
— Erekibeon (@erekibeon) diciembre 14, 2012
Tuvimos que hacer una cola frente a la taquilla con el corazón en un puño, aunque afortunadamente no tardamos mucho. Las taquilleras nos condujeron inmediatamente a otro lado del mostrador, donde tenían folios y folios enteros de entradas ya impresas y ordenadas… qué fuerte, viva el trabajo manual en la era de las compras por internet. Y un brindis por las taquilleras que estaban aquella tarde y tuvieron que currarse todo aquello.
Pero bueno, al final conseguimos entrar sin más preámbulo y… allá que empezamos el visionado. Eso sí, aviso, ABUNDANTES SPOILERS
La película
Reconozco que desde el primer momento me quedé clavado en el asiento, extasiado con los paisajes de la Comarca, la recreación de Valle y Erebor, el primer reino enano que vemos en todo su esplendor. Los primeros lagrimones ya resbalaban por mis mejillas cuando, de pronto, el ataque de Smaug. Rodado a lo Cloverfield, sin dejar ver más que lo imprescindible del Gran Gusano: una garra por aquí, unos aletazos por allá, una inmensa cola… Como decía por algún sitio esta presentación de Smaug sin ver a Smaug me encantó porque ¡eso es precisamente lo que uno vería en mitad de ese caos y destrucción! Y además nos recuerda a los roleros todo lo que puede montar un solo dragón, que últimamente tenemos al monstruo por excelencia bastante devaluado.
Luego pasamos a las escenas de Bilbo, Gandalf y los enanos en Bolsón Cerrado… y no me aburrí en ningún momento. El nuevo Bilbo genial con sus tics de inglés acomodado, Gandalf tan entrañable como siempre y un trabajo colosal en la diferenciación de cada uno de los enanos, que en mi mente veía más o menos iguales, salvando a Thorin, Balin y Bombur. Por ejemplo, me ha encantado la trompetilla de Oin: hay que ver el juego que da y el carácter que brinda un elemento tan sencillo a un personaje a priori indistinguible de otros once.
Y lo dicho, no me aburrí. Es más, cuando Bilbo sale por la puerta corriendo se me ocurrió mirar el reloj y ¿ya llevábamos 45 minutos de peli? Pues se me habían pasado volados… y lo mismo me pasó con el resto de la peli.
Desde luego que hay muchos cambios, algunos más justificables que otros. Por ejemplo, la escena de los trolls me picó especialmente, aunque poco tiempo después lo entendí con la explicación del maestro Zonk: si hubieran sido tan paquetes como lo son en el libro habrían resultado demasiado cómicos para el tono general de la Tierra Media según Peter Jackson.
Lo cual, por cierto, creo que es la clave por la que disfruté con esta peli y disfrutaré con las siguientes: esto es la Tierra Media según Peter Jackson, como lo fueron las anteriores películas. Y lo mismo que se hizo en su momento con El Nombre de la Rosa o lo que ha hecho recientemente Nolan con Batman, unas pedazo de pelis que, sin ceñirse exactamente a los originales, respetan y refuerzan el espíritu de los originales. Es más, como rolero he soportado durante largo tiempo una versión de la Tierra Media con aprendices de mago por todas partes y gente que puede tropezar y romperse una pierna en las circunstancias más inapropiadas ;-). Así que a estas alturas un par de cambios sobre el original no me matan, y menos cuando no me rechinan demasiado en el resultado general.
Por eso Radagast no me chirrió demasiado, se corresponde bastante con la imagen que tenía de un mago obsesionado con la naturaleza, aunque es verdad que no tenía en mente algo tan cómico. La escena de los trolls sí me picó, como he comentado más arriba, al igual que los gigantes de las rocas, que yo siempre pensé que eran gigantes y no comerrocas… y que se matan entre ellos en lugar de jugar amistosamente. Azog no me molestó, aunque sí que Bilbo se convierta de pronto en un héroe de acción. Y me encanta que metan toda la trama del Concilio Blanco y Dol Guldur, porque si la cosa va en la dirección que debería podemos asistir a una batalla muy interesante de la cual el canon no dice demasiado. Además, lo que me pude reír con la mirada de «Uy, me has pillado» de Gandalf durante el Concilio 😛

Pero a pesar de los añadidos e invenciones también hay muchas cosas que clavan. El rey trasgo se ajusta a lo que tenía en mente, como la pedazo de escena con Gollum, que está tal cual la imaginé. A ver si le dan un oscar a Andy Serkis, porque ¡cuánta expresividad en una infografía! Y todo el tema de las piñas incendiarias, el rescate de las águilas… Hasta la imagen final de la película, con esos salones de Erebor llenos de oro, parecía sacada de nuestras imágenes mentales. Tanto es así que mi Reina y yo estábamos convencidos de que habíamos visto ya esa imagen, tal vez en alguna portada del libro. Pero no, no es así. Increíble.
En 3D High Frame Rate
El 22 nos escapamos de nuevo, tras colocar otra vez a mi Princesa desde el medio día. Esta vez teníamos entradas para las 4 de la tarde, con lo que estimábamos que volveríamos a las 19.30. Un craso error o una bendición, como veréis a continuación.
La película comenzó ya con problemas: se veían desenfocadas las letras y se entrecortaba el sonido con un deje como de robot. Esto estuvo así un buen rato, más o menos hasta el comienzo del ataque de Smaug. Antes habíamos bajado unos cuantos a avisar de lo que pasaba, y vino un responsable a tranquilizarnos y a asegurarnos que la volverían a poner desde el principio. Total, 10 minutos de la peli + 10 minutos más, 20 minutos de retraso.
Luego la película volvió a empezar. Pero ya los efectos del 3D HFR no nos terminaban de convencer. El ataque a la ciudad de Valle y de Erebor estaba muy acelerado en comparación con la versión «a palo seco» que vimos. Las explosiones, las pasadas del dragón, la destrucción de la ciudad y las llamaradas, todo iba demasiado rápido como para poder recrearse en los detalles.
La reunión en casa de Bilbo estaba bien. Sí que se apreciaba la profundidad del 3D, algunos trucos como personajes en primer plano que nos parecía al principio que eran espectadores que se habían puesto de pie y, especialmente, los paisajes a campo abierto.

Y hete aquí que, cuando están Bilbo y los enanos durmiendo, vuelve a pasar lo del entrecortado y desenfoque de las imágenes. Otra vez. Y otra vez que tuvimos que avisar al encargado para ver qué pasaba. Aquí tengo que decir que el encargado de Diversia fue muy amable porque nos ofreció la posibilidad de devolvernos el dinero e invitarnos a otras sesiones gratis. Y es que iba a tardar otros 10 minutos en reiniciar el ordenador y volver a poner la película donde nos habíamos quedado.
Ante esto mi Reina y yo y otros muchos padres, que también habían hecho lo mismo que nosotros de dejar a sus hijos con abuelas y demás, nos acogimos a la oferta del encargado, quien se mostró totalmente comprensivo porque él (según dijo) también era padre y lo entendía perfectamente.
Así que nos devolvieron el dinero y nos dieron otras dos entradas gratis. Que visto lo visto no fue un mal negocio, porque el 3D HFR no nos terminaba de convencer. Vamos, que tuvimos una especie de «degustación» del nuevo formato y no sólo nos devolvieron el dinero sino que nos invitaron a otra película. Resumiendo, volveré a verla, pero me parece que ya será o el 3D normal o en Versión Original subtitulada. O las dos en distintos tiempos 😛
Opinión final
Pues sigue siendo la misma que cuando salí del cine:
Vaya si merece la pena, maeses. Sí, tiene añadidos y cambios… Pero qué ritmo. Qué paisajes. Qué Reino de Erebor…Hay que verla en cine
— Erekibeon (@erekibeon) diciembre 14, 2012
Vamos, que no se me hizo pesada, disfruté de todos los añadidos y de la «paja» que meten y me encanta saber que tendremos aún dos películas más para sumergirnos en la Tierra Media de Peter Jackson. Y no sólo eso, he recibido impresiones positivas por parte de varias personas no-frikis de mi entorno, las cuales no soportaron la primera trilogía.
Por eso me sorprende ver que en Rottentomatoes, a día de hoy, El Hobbit tenga un 65% frente al 94% de críticas positivas del Retorno del Rey, siendo ésta una peli con muchos más altibajos. Supongo que en aquel momento estábamos todos en estado de shock al acabarse la trilogía, el motivo por el que recibió 11 oscars.
Desde el lado «parental», se nota que han reducido el nivel de gore frente a la trilogía de 2001-2003. De hecho estuve gran parte de la película pensando en llevar a mi Princesa… hasta que hubo el primer descabezamiento. Luego sólo hay dos o tres más, pero junto con cierto susto de Nigromante, que sé que le afectaría bastante, me convencí que es mejor esperar dos o tres años más. Justo la calificación de edades de la película, para Mayores de 7 años. Aunque si la comparáis con la de Mayores de 13 años de El Señor de los Anillos os podéis hacer una idea de cuánto han rebajado el nivel de destripamientos y sangre 😛
En fin, que me ilusiona saber que las dos próximas navidades tengo cita fija en el cine. Si el relleno sigue siendo de calidad y sin hacerse pesado, como ha pasado en esta peli, pues me encantará pasarme siete horas más en la Tierra Media… y lo mejor es que, tal vez para la última, podremos ir toda la familia a verla. ¡Yuju!

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