es un sinónimo de «holgazanería» con mucho más glamour, dónde va a parar. Pero ambos definen a la perfección el estado en el que estoy ahora mismo. 😛
Y es que me he dado cuenta de que, según el calendario que hay en la columna derecha del blog, llevo casi un mes sin actualizar. ¿Tanto? Pues oye, se me ha pasado volando.
El caso es que prácticamente a diario he tenido al Pepito Grillo bloguero incordiándome, diciéndome al oído eso de «pon algo, pon algo«… pero siempre me lo he quitado de encima diciéndole «Cuando tenga terminado el post que tú y yo sabemos. Ese que necesita que antes termine eso otro en lo que estoy trabajando en Google Drive «. Mira tú por donde, la excusa ha funcionado de maravilla mientras me tiraba dos semanas y pico tumbado a la bartola.
Y ¿qué he hecho durante todo este tiempo? Ay… pues sobre todo refocilarme en la gandulería más improductiva que supone disfrutar de las rebajas de verano de Steam. Un evento anual que sólo lleva tres ediciones, pero del que soy un absoluto fan desde que comenzó. Era realmente emocionante eso de echarle un ojo a la aplicación móvil cada ocho horas a ver qué había de rebajas flash, o correr al ordenador por la mañana para ver las ofertas de 24 horas. Por no hablar de los nuevos cromos que se han sacado de la manga, que cotizan en su propia Bolsa y todo… Pufff… en fin, que han sido 11 días de lo más divertido. No sé si tiene algo que ver con lo que sienten los aficionados a las rebajas «normales», pero si es así, ahora les entiendo perfectamente.
Claro, que ahora me da miedo echarle un ojo a los movimientos de la cuenta corriente. Pero bueno, al menos puedo ponerme como excusa que ya tengo juegos hasta las próximas rebajas de verano de Steam 😛

Así que me he dedicado casi exclusivamente a jugar a videojuegos. Particularmente el Just Cause 2, un juego que compré por casualidad. No lo conocía ni lo tenía en mi lista, pero cuando vi que el Tío Elwood se lo pillaba por menos de 3 euros y se enganchaba él, no pude resistir la tentación.
Y vaya tentación… he estado auténticamente enganchado. Era muy sencillo sentarse delante del ordenador, darle a «jugar» y pasarte dos o tres horitas utilizando gadgets a lo Batman, conduciendo o pilotando vehículos inverosímiles y causando destrucción por doquier, todo para favorecer la revolución en ese inmenso sandbox que es la isla ficticia de Panau.
Para que os hagáis una idea, aquí dejo unas cuantas imágenes bastante frecuentes cuando juegas.





Vamos, que es un juego diseñado para hacer el cabra con total libertad y de las formas más extravagantes que se te ocurran. ¿Cómo podría no engancharme? XDD
Pero sí, cada vez que pulsaba el «jugar» tenía esa sensación de que estaba tirando mi tiempo. De que debería estar haciendo algo productivo con mis horas en lugar de desperdiciarlas así…
Y cuando ya parecía que me estaba aburriendo, que por fin iba a dedicarme a seguir escribiendo… va mi lado oscuro y me inicia el Borderlands 2. Ainsss…
Total, que entre pitos y flautas, y ese incidente con Godaddy que me ha tenido bloqueado el acceso a las tripas del blog durante una semana, pues han llegado mis vacaciones y estoy a base de libros (¡cómo engancha el ciclo de la Espada de la Verdad, oiga!) y de videojuegos viejunos en el portátil por las noches. Torchlight 1, King of Dragon Pass, Dungeons of Dredmor, FTL…
Snif… no tengo remedio. A ver si mejoro para septiembre.
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