Un año más Sus Majestades los Reyes Magos siguen evitándome los regalos puramente de Padre, como colonias, corbatas o calcetines, y continúan poniéndome deberes frikis. Será que no quieren que decaiga.
Por ejemplo, este año ha sido el primero en el que me he apuntado al reto de GoodReads de leer 10 libros durante 2024… y Sus Majestades ya me han encargado dos más para leer.

Gaspar me ha traído el librojuego del que todo el mundo habla, mientras que Melchor (del que Fusa y yo hemos sido Manos Invisibles este año durante la cabalgata de Fuencarral… una historia que da para otro post) me ha hecho un guiño StarWars-Fireflysiano. Snif… cómo me conoce.
Supongo que no me queda otra que adelantarlos en la pila de lectura.
A lo mejor os estáis preguntando ¿y cómo sabe qué Rey Mago le ha dejado qué? Fácil: ellos mismos nos dejan su marca en cada regalo.

Ambos reyes me han dejado también dos… ¿juguetes? ¿Elementos coleccionables? No sé cómo calificar a estos dados transformables…

Y el gamberrete de Baltasar (lo digo con cariño, Su Majestad) ha rizado el rizo, unificando la tradición de «los padres tienen que tener ropa como regalo» con el rol:

No sólo eso, el tercer Rey Mago también nos ha dejado para toda la familia la expansión de un juego de mazmorreo que hemos disfrutado mucho por aquí:

¡Gracias, Sus Majestades! Con vuestros ánimos estoy seguro de que aguantaré en la brecha un poco más 😉







Deja una respuesta