Hoy he recibido un pedido de la Casa del Libro con esta etiqueta:
¡Anda! ¿Se pueden pedir libros por internet desde 1923? A ver si va a resultar que esta etiqueta procede del universo alternativo de Castillo de Falkenstein, donde los caballeros de la alta sociedad podrían hacer los pedidos con sus máquinas de Babbage…
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