Bueno… pues el verano ya se acabó. Y parece inevitable que el título de Canción del Verano de este 2022 es BZRP Music Sessions #52, alias «la de Bizarrap y Quevedo», pese a los esfuerzos de Rosalía y su Despechá.

Eso para el resto del mundo… porque, si hay una canción que ha marcado nuestro verano, es este Pisciplaya de Petit Pop.

Aire reggae perezoso e incluso monótono, con esa línea de bajo que sugiere sensaciones subacuáticas, que se vuelve indie rock en el estribillo… y una letra cadenciosa, teñida de costumbrismo, con una cucharada de ternura y unas muy leves gotita de melancolía (aunque esto es igual cosa mía). No sólo se te queda pegada cuando la escuchas un par de veces, es que además evoca perfectamente una etapa concreta de nuestros veranos.

Vamos, lo que viene a ser tal cual la receta de una buena Canción del Verano.

A Petit Pop me lo descubrió Spotify allá por mayo, cuando estaba preparando una lista de reproducción para la fiesta de cumpleaños del PequePirata. Entre las sugerencias apareció de pronto su Cumpleaños Irlandés, que con esa música folk y esos momentos divertidamente absurdos de su letra (lo de «que ya soy tan alta como una girafa» sigue haciéndome gracia) se nos quedó grabada como ninguna otra canción de la lista.

Y desde entonces fui tirando del hilo, descubriendo el ya citado Pisciplaya, pero también pequeñas joyas como ese himno grunge-jevorro a la falta de autocontrol infantil que es Quiero un Poni, la reflexión sobre la vida tan acelerada de hoy en día en ese lento-ska llamado Espabila o ese temazo britpop que es Sonámbula. Lo peor es que se pegan una barbaridad, y no sólo a los más peques: más de una vez Fusa o el Pequepirata se han puesto a tararear las primeras notas de alguno de los temas… y ya lo teníamos pegado también los mayores.

Lo que me fascina es que se manejan bien en prácticamente cualquier estilo musical. No sólo los ya mencionados reggae, grunge, britpop y demás, también tienen temas que serían muy propios de Teresa Rabal, Rosa León o el mismísimo Miliki. No hay más que escuchar su El Invierno está al revés o No queremos ir al zoo.

Y es que Mar, Lara, Cova y Pedro son ex-componentes de grupos indies de Gijón como Nosoträsh y Undershakers, lo que explica tanto su versatilidad y virtuosismo como el que sus letras y ritmos sean tan pegadizos. Por cierto, muchos de sus temas también los han grabado en asturianu, bajo el nombre Pop Piquiñín.

Lo que lamento es no haberles conocido hasta ahora, 12 años después de que comenzaran su andadura. Cuántos Cantajuegos nos habríamos ahorrado en casa… y hasta podríamos haber ido a algunos de sus conciertos. Sin ir más lejos, han estado tocando en Madrid por San Isidro en 2021 y 2022. ¿Los llegaremos a ver en 2023? Eso espero.

En fin. Lo bueno es que siguen en activo y que nos quedamos con sus canciones más allá del verano, porque tienen temas para prácticamente cualquier situación con peques. Por ejemplo, lo que está sonando ahora mismo en casa, cuando están comenzando los cursos, curros y demás rutinas, es este temazo.

Lo suscribo completamente.

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