No sé si notasteis que el blog estuvo caído unos cuantos días a finales del mes pasado. Yo sí 😛 . Como para olvidar esos días del 19 al 25 de mayo. Bueno, y los siguientes, claro, que la cosa trajo más quebraderos de cabeza.

En un principio esto iba ser un relato pormenorizado con fechas, pantallazos, etc… donde plasmaba toda la desesperación y la impotencia que experimenté aquellos días. Pero eso ya es agua pasada, y después de todo este tiempo creo que esta entrada será mucho más útil si paso de puntillas por los hechos y me centro en lo que aprendí tras esa catástrofe.

Los hechos

El 18 de mayo descubrí que no podía acceder al blog desde la conexión de Ono de mi casa, pero sí desde el ordenador y el móvil del trabajo. Al día siguiente, el 19 de mayo, el Abuse Team (ya sólo el nombre impone) de A Small Orange decidió suspender este blog. En un correo electrónico me explicaron que la página había empezado a consumir muchos recursos de la máquina en la que estaba alojado. A priori suena hasta razonable, ¿verdad? A mí también me lo pareció… hasta que descubrí que también habían suspendido mi acceso al hosting, con lo que no me dejaban forma alguna de entrar y resolver el problema.

El «Abuse Team» que todos tenemos en mente

Tras 3 días de darles la brasa diariamente a los operadores online, que por lo que fuera no podían hacer nada, el 23 de mayo me enviaron unas claves por email para poder acceder a la parte de administración del blog (que no del hosting). En ese momento aproveché para realizar varias copias de respaldo y de paso instalar un plugin para limitar el Heartbeat de WordPress, que creo que es lo que causó el pico de consumo de recursos. Una vez terminado, envié otro mail a los técnicos informándoles de lo que había hecho.

Os imaginaríais que a estas alturas ya no estaba para esperar otra semana hasta que alguien se dignara a contestar. El 24 de mayo contraté un hosting en Axarnet (gracias por la recomendación, maese Kano, instalé WordPress y subí el back-up que había sacado de A Small Orange. Solo quedaba redirigir el dominio, que afortunadamente tengo en OVH al nuevo hosting y, tras pulir un poco algunos detalles, el blog volvió a la red justo el día del Orgullo Friki.

¿Y qué pasó con A Small Orange? Pues que el 6 de junio me comunicaron que estaba todo bien y me reactivaban la cuenta. Es decir, si no hubiera hecho el traslado, la página hubiera estado fuera de combate ¡19 días!.

Better Call Saul gif

So, if you are looking for a web hosting, avoid by all means A Small Orange. Years ago they were really good, but nowadays they provide a slow, unreliable hosting service with a horrible customer service.

Por cierto, sigo teniendo que acceder a mi cuenta con ellos desde otra conexión que no sea la de mi casa. Gracias por seguir lavándoos las manos, Ono-Vodafone.

Hale, resumen hecho. Vamos con lo que he aprendido con esta movida.

Hacer respaldo del blog cada semana y guardarlo fuera del hosting

Esto es algo que tiempo atrás hacía mediante un plugin de WordPress que guardaba copias de seguridad cada semana en mi Dropbox. Sin embargo, hará un par de años pensé que… si el hosting ya hacía sus propios respaldos y la atención era tan buena ¿para qué seguir ocupando espacio de mi nube?

Pues mira, justo para cuando la atención deja de ser tan buena y ocurren estas cosas. Así que he vuelto a instalar el plugin y a tener mi propio respaldo semanal.

Cada huevo en su propia cesta

Se parece a «no pongas todos los huevos en la misma cesta», pero no es igual. No basta con repartir en dos cestas. Después de esto me ha quedado claro que si pierdo la mitad de los elementos me quedo sin web.

Por eso pienso mantener el dominio en OVH, el hosting en Axarnet, las fotos que pueda en Photobucket y los respaldos de seguridad en Dropbox.

Aun así, sigo tratando de que el blog funcione en mi viejo Galaxy S2, por si las moscas. O tal vez acabe haciéndome con un NAS para que rule desde allí.

Ya no sale a cuenta buscar alojamiento web fuera de España

Hasta 2015 era mucho más barato irse fuera y contratar el hosting en dólares, gracias a que la paridad con el euro estaba como estaba. Además del precio, también tenía un servicio de atención 24 horas, aunque tuviera que hablar en inglés. Y además me quedaba la sensación de que si al Gobierno español de turno le daba por prohibir o perseguir la web, iba a ser más difícil que la tiraran abajo si estaba en una máquina en el extranjero. Lo sé, lo sé, ¿quién iba a querer cerrar una web tan inofensiva como ésta? Bueno, nunca se sabe.

A día de hoy estas ventajas se han esfumado. El euro y el dólar están casi a la par, la atención ya hemos visto que se ha venido abajo y, tal y como está el patio internacional, veo más probable que me cierren la página por algún capricho de EE.UU. que de la Unión Europea.

Traer el blog a una empresa española también tiene sus pegas, claro. Sé que si la web se cae fuera del horario de oficina va a estar caída como mínimo hasta las 8 del siguiente día laborable. Pero a cambio puedo hablar en castellano con los técnicos e incluso ¡llamarles por teléfono para montarles el pollo! Sí, ya se cubren en el contrato frente a cualquier responsabilidad… pero bueno, me parece más fácil denunciar a una empresa de aquí que a una de allí, llegado el caso. Que espero que no se dé.

En fin… ¿quién dijo que los blogs son permanentes? Ah, fui yo 😛 Pues hay que ver lo que que hay que sufrir para que Blogger o WordPress.com no pongan anuncios por el texto…

4 COMENTARIOS

  1. Yo tengo el hosting en los estates, pero estoy sirviendo la web desde mi casa (porque en el hosting no aceptan los certificados de let/s encrypt).
    El hosting lo mantengo principalmente porque, de cara al servidor de correo, al no tener una IP dedicada hay algunos servidores que no me aceptan como remitente.
    Aparte de eso, cada día hago un rsync a través de ssh de los archivos entre mi servidor de casa y el hosting (aparte del backup que hago en otro ordenador) por si ocurre un desastre en mi servidor.
    Añadido a esto, tras hacer el backup de las bases de datos en caso, restauro en el mysql del hosting aquellas que tengo expuestas en internet (también por si las moscas).
    Lo tengo automatizado todo de tal manera que no me debería costar demasiado el migrar a cualquier otro hosting.
    Tengo hechos algunos ajustes personales por las diferencias existentes entre las versiones de MariaDB (casa) y Mysql (hosting) que me permiten que las aplicaciones se puedan restaurar en el entorno que quiera (por si te puede interesar alguno de los scripts)

    • Pues por la trayectoria que llevo tiene toda la pinta de que acabaré adoptando un sistema similar al que tienes, maese, con el servidor en casa ^.^ Aunque me conozco y, como de momento no tengo queja de Gmail y el nuevo hosting sí admite let’s encrypt, seguro que me meteré al lío cuando ocurra la siguiente crisis. Que visto lo visto no tardará en surgir.

      Así que en un par de meses seguramente tendrás mail mío preguntando por esos scripts, maese ^.^

    • ¡Gracias, maese Andrade! Llevo varios años pagando el plan más barato de Photobucket, así que de momento no me ha afectado el cierre. Lo que no me ha quedado claro es si el año que viene van a pedirme que suba a un plan más caro o me va a seguir sirviendo éste…

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