Explicando el rol con una demo

23

Hace ya casi dos años que, a raíz de esta entrada de Carlos de la Cruz sobre su intervención en un programa de Radio Enlace, empecé a darle vueltas a cómo explicar lo que es el rol de una forma más rápida y vistosa. De hecho, gran parte de la entrada que vais a leer se gestó en aquel momento, pero ha estado durmiendo en el limbo de las entradas sin acabar… hasta que recientemente he visto esta entrevista de Sur Madrid a Absolom de Holocubierta y me han vuelto a asaltar las mismas dudas. Sí, los medios de comunicación imponen tiempos muy limitados, pero ¿de verdad no podemos hacer algo en diez minutos, con muy pocos medios y que deje al «preguntador» (y a la audiencia) con el gusanillo por seguir con el tema?

Pues no lo sé. Supongo que si a estas alturas de la película no se ha conseguido será porque no se puede, pero de todos modos estuve durante bastante tiempo entretenido imaginando cómo se podría hacer. Y durante esta semana he estado poniéndolo en práctica, a ver qué tal resultaba.

La teoría

Mi idea era tener en mente un par de situaciones sencillas pero con enjundia, meter a nuestro interlocutor en la piel de un personaje con un par de rasgos característicos y jugar con él unos minutos hasta llegar a un momento de esos de «continuará…» Vamos, lo mismo que se hace en la industria videojueguera con las demos.

Muy bien, tenemos claro el objetivo, pero ¿cómo llegamos a él?. Veamos.

Lo primero que hay que tener en cuenta es el ambiente en el que transcurrirá la microaventura, y tras darle vueltas descarté el empezar con dragones o naves espaciales, porque ya sabéis qué efecto tendrá en vuestros padres, en vuestro jefe o en vuestra compañera de trabajo.

Ya… dragones…

Qué le vamos a hacer. Se ha hecho mucho últimamente para «normalizarnos», pero aún hay gente que piensa que nuestros géneros favoritos son para niños o chavales. Pues muy bien, utilicemos esos prejuicios a nuestro favor: a ver qué dicen cuando nos saquemos de la manga una historia de género negro.

Y es que a todo el mundo le parece que la novela negra tiene un halo de calidad, algo que comparte con el cine negro: actores consagrados haciendo sus mejores papeles, frases míticas, situaciones fuertes y moralmente cuestionables, etc etc. Es decir, un género más «adulto», que además tiene la ventaja de que prácticamente todo el mundo conoce sus recursos y sus arquetipos. Las mujeres guapas suelen ser «femmes fatales», la policía está comprada y los detectives son duros, beben whisky y tienen un código de honor propio. Esto nos facilita a nosotros y a nuestra «víctima» el meternos de lleno en la historia con sólo un par de pinceladas de trasfondo que demos.

Vale, tenemos ambiente. Lo siguiente es la historia. Como la premisa es que tenemos muy poco tiempo, apostaremos por una escena con decisiones bastante evidentes, una de acción y un cliffhanger para picar el gusanillo.

La primera escena será de presentación. Chicago, 1930. Son las diez de la mañana y el personaje, un detective privado, entra en su oficina. Su secretaria le saluda y le indica que tiene una cliente esperándole en su despacho. Por supuesto se trata del típico bombón que quiere encargarle un caso: la desaparición de su novio. No puede acudir a la policía porque actuarán con demasiada lentitud, así que acude al PJ, prometiéndole 1000 pavos y dándole 400 por adelantado.

Mi imagen mental del bombón… atrévete a decirle que no cuando sus labios digan «por favor, señor detective…»

Como no podía ser de otra manera, esa no es toda la verdad, y aquí hay posibilidades de rolear o hacer tiradas de dados para descubrir algo más. En realidad el novio es un lugarteniente mafioso, y la chica necesita encontrarle porque se está quedando sin dinero.

La siguiente escena sería el meollo de la cosa. El PJ acude a la dirección que le han dado, y se encuentra con la puerta abierta. En el interior hay dos matones revolviendo el apartamento. Tiroteo. Uno de los matones se escabulle por una puerta, la cual se cierra y se escuchan unos gritos escalofriantes. En cuanto el PJ consigue forzar la puerta y entrar se encuentra con una escena macabra: el cadáver del matón está tirado junto con otros tres muertos más, todos despedazados como por obra de un animal salvaje. La única salida aparte de la puerta es una ventana abierta, y en cuanto el PJ se asome verá en la calle dos coches de policía y numerosos agentes mirándole y señalándole. Le han visto.

Y hasta ahí.

¿Cuánto tiempo puede durar este roleo? Supongo que puede ser tan rápido como lo hemos contado o tan lento como haga falta si abundamos en detalles y descripciones. ¿Y qué tiradas de dados hay que hacer? Pues veo dos situaciones donde podrían necesitarse: al determinar si la chica está mintiendo y durante el tiroteo, claro.

Para resolverlas creo que lo mejor es recurrir a un sistema casi esquemático, lo justito para que no nos distraiga demasiado del juego y de las explicaciones. En mi caso, yo optaría por una mezcla del sistema del Príncipe Valiente JdR y el de Risus: el detective estará definido por dos características, Músculo y Presencia. Al principio le pediremos al jugador que defina a su personaje repartiendo siete puntos entre las dos, y esos son los D6 que tirará para superar dificultades o enfrentarse a la oposición: La tía buena tendrá dos dados para resistirse al interrogatorio (que se resolverá con Presencia) y los malosos tendrán 3 en Músculo para el tiroteo. En cuanto un bando pierda, perderá un dado, y el primero que se quede sin dados habrá perdido la contienda. Sencillo, ¿no?

La práctica

Claro, hasta ahora todo esto ha sido muy de rolero de salón  (Err… aunque todos los roleros somos de salón, ¿no? Mejor diré «de rolero teórico», que queda mejor 😛 En fin, a lo que voy.)  Está muy bien elucubrar, montar teorías y demás, pero ¿funciona todo esto bajo fuego real?

Bueno, pues la gente que tengo más a mano para probar mi teoría es, como no podía ser de otra manera, mis compañeros de trabajo. ¿Sería capaz de llevar a cabo este miniejercicio en lo que dura un café, armado únicamente con mi fiel smartphone rebosante de aplicaciones frikis? Pues allá vamos.

Mi primera víctima ha sido Juanjo, al cual seguramente no recordéis como una de las estrellas de The Ragworld y al que tampoco conoceréis como único autor, impulsor y cerebro pensante de la página Otratarea.com. Hay que tener en cuenta que él es psicólogo, con lo que el concepto de «rol» no le es totalmente desconocido… aunque, como veréis más adelante, no tenía ni idea sobre las normas y usos propios de los juegos de rol.

Le expliqué someramente todo el tema y nos pusimos con la creación de su personaje, pero cuando le propuse que me repartiera los siete puntos entre «Presencia» y «Músculo», me dijo que le parecía demasiado simple y que quería un poco más definición. Hala, una de mis tesis por la borda 😛 Así que puse mi mejor cara de póker y, sin despeinarme, eché mano de mi sistema sencillo de cabecera: Risus. «Dime cuatro cualidades y reparte entre ellas diez puntos, pero ninguna puede tener más de cuatro»

Y así nació en una nota de Inkpad Notepad el detective Peter Crow, un private eye que se convirtió en Alcohólico después de perder a su familia (4), suceso que le hizo perder la fe en la justicia convirtiéndolo en un Justiciero (3) bastante Violento que prefiere los puños a las armas (2). Pese a todo, de vez en cuando sale a relucir algo del Ace Ventura (1) que era antes de que su vida se fuera al guano. Otro ejemplo de personaje que jamás habría podido ver la luz si no existiera Risus, ¡loado sea su creador!

Lo siguiente fue empezar la escena entrando en el despacho, y siguieron los cambios. Juanjo no veía a un tipo como Peter, fracasado y al borde de la ruina, teniendo una secretaria. Lo veía más bien compartiendo despacho con una abogada, la clásica tensión sexual no resuelta a lo Luz de Luna. Así que decidí sobre la marcha que la abogada sería la típica señorita de la época, de carácter fuerte (le haría falta para ser una abogada en esa época), prometida a un tipo de clase bien, que intenta ayudar a Peter un poco por compasión.

Mis imágenes mentales antes y después del cambio. Izquierda: la secretaria de Peter Crow. Derecha: la abogada que comparte despacho con él. Iba a decir «no hay color», pero es que no lo hay 😛

Entonces Juanjo empezó un roleo intensivo que me dejó flipado, hablando realmente como si fuera Peter quejándose de lo agobiado que estaba y de lo mal que le estaba yendo con las facturas atrasadas. Ahí, sin más ni más, alguien que no había jugado a rol en su vida se estaba metiendo hasta las trancas en su papel. Y claro, no pude menos que corresponderle roleando a la buena de Lucy, que intentaba convencerle para que entrara en el despacho y aceptara el trabajo o no podría pagar esas facturas. Imaginaos la escena… las miradas de nuestros compañeros de mesa fueron de lo más divertido que he visto en mucho tiempo, no pudieron evitar interrumpirnos en varios momentos para preguntarnos qué estábamos haciendo.

La conversación rápidamente derivó en Peter intentado sacar a cenar a Lucy. Y entonces fue cuando decidí que tirara los dados, ya que, a fin de cuentas, la chica estaba prometida y no sería muy apropiado que la vieran cenar a solas con alguien como Peter. Le asigné a Lucy un «Prometida pudorosa» (2) y le dije a Juanjo que me eligiera qué rasgo elegiría para intentar convencer a Lucy, justificándome cómo lo iba a utilizar. Juanjo eligió «Alcohólico» para poder tirar cuatro dados, y me lo justificó apelando a la «penilla» que le iba a dar a Lucy. Le pasé mi Android con el DiceShaker e hizo la tirada. Peero… debió salirle una tirada tan mala que volvió a tirar antes de que pudiera reaccionar, y cuando le pedí el teléfono vi que había sacado un seis. Mi tirada con dos dados fue un nueve, con lo que Lucy consiguió resistirse en un primer momento a la proposición.

Fue aquí donde Juanjo se cuestionó el sistema. Primero se preguntó que cómo sabía yo lo que tenía que tirar por Lucy, y que por qué no podía saberlo él de antemano. Le revelé que estaba todo en mi cabeza y que mi trabajo era ir presentado las dificultades según se iban presentando, a lo que él replicó intentando convencerme de que pasara de tiradas y dejara que Peter «fuera feliz». Entonces fue cuando le expuse que en cualquier relato tiene que haber dificultades para que la historia sea entretenida, y que los dados venían a simular precisamente eso.

¿Qué hubiera sido del pobre Eddie Valiant si no hubiera resistido el intento de seducción de Jessica? Vaaale… este pie de foto no tiene ningún sentido, pero es que no encontraba ninguna excusa para meter esta foto 😛

Y el tiempo de los cafés se acabó en ese momento.

Posteriormente hemos intentado retomar la historia, pero dado que vamos con bastante gente a los cafés lo más que hemos avanzado ha sido interrogar a la Femme Fatale, pero no mucho más.

Impresiones

Para haber sido un ejercicio que ha durado escasamente diez minutos, repartidos en un par de sesiones de cinco minutos o así, el balance es muy positivo. No sólo fue muy entretenido, sino que las explicaciones más «duras» surgieron espontáneamente y a petición del jugador mientras se jugaba, con lo que al jugador le quedaron más claros los conceptos que si hubieran sido explicados en plan «teórico», como solemos hacer.

Desde luego una única práctica no es suficientemente significativa, pero por lo menos ya tengo algo en lo que basarme en el futuro que sé que funciona bien en un espacio corto de tiempo 😉 Además, también me ha servido para comprobar lo sencillo que es que un jugador novato se salga de cualquier esquema preestablecido y te obligue sobre la marcha a hacer cambios, como convertir un PNJ que preveías que iba a ser «de relleno» en un PNJ principal. Pero, como veis, si tienes claro a dónde quieres ir y los arquetipos del género, resulta igual de sencillo hacer esos cambios a vuelapluma.

Sin embargo, no sé si sería directamente aplicable a situaciones como las entrevistas que comentaba al principio, más que nada por el férreo control del tiempo que tienen que hacer. Pero quién sabe si explicándole a los entrevistadores lo que vas a hacer de antemano igual les mole y digan «adelante»…

En fin, ya me contaréis vuestras ideas o vuestras impresiones, jejeje.

Editado:

El insigne Artus Silenis me pregunta en uno de los comentarios lo siguiente:

¿Qué historia y ambientación le plantearías a una compañera de trabajo? ¿La misma u otra distinta?

Y es una buena pregunta, ya que, hasta que no me lo preguntó, no me lo había planteado. Efectivamente, yo también dudo de que mi premisa inicial atraiga a una jugadora femenina.

Sin embargo, después de darle unas cuantas vueltas me parece que he encontrado una buena solución. Trasladaríamos la acción desde el Chicago de 1930 al Chicago de la actualidad, y la personaje jugador tendría una agencia de detectives tipo «Luz de Luna». Mantendríamos el PNJ del bombón, pero en este caso el motivo para contratar a la detective sería para que averigüe si su marido la engaña en una dirección que encontró en un mensaje de su móvil.

Igual me equivoco, pero me parece que este gancho puede funcionar muy bien con jugadoras porque 1) va sobre una infidelidad, algo que suele tener cierto morbo y 2) existe la posibilidad de restregarle por la cara a un pibón que le han puesto los cuernos, lo cual, si interpreto bien ciertas palabras de la Sra. V, puede ser extremadamente reconfortante.

Con esta premisa inicial podríamos seguir con el resto de las situaciones ya enumeradas sin introducir muchos cambios. Y si la detective prefiere sentarse y esperar a hacer fotos del marido, siempre podemos presionarla haciendo que vea a los matones entrando en la casa y urgiéndola a que actúe… o dejar que lo haga, en función del tiempo que tengamos, de nuestras preferencias personales, de si nuestra interlocutora ya ha pillado el concepto, etc etc etc. En fin, como siempre, estas cosas no se pueden valorar más que estando allí. Nuestra capacidad de improvisación y nuestra experiencia harán el resto.

Artículo anteriorTodos los caminos me llevan a Star Wars
Artículo siguienteCuando los sistemas se vuelven absurdos

23 COMENTARIOS

  1. Pues está más que bien, pero creo que deberías haber utilizado un sistema aún más sencillo todavía, en el que no hubiera características y se tirara un sólo dado y el que saque más gane, como cualquier juego de mesa, y poco a poco ir complicándolo dando explicaciones por situación (ella es muy guapa y tu apestas a alcohol, así tienes un -1 a la tirada o -2 por estar prometida) y poco a poco incorporar las características. Por que este amigo tuyo es psicólogo pero como va a funcionar con el obrero de fábrica o de la brigada municipal?
    Gran investigación, esperando leer los próximos resultados!!

    • ¡Hola, maese Haco!

      Mmmm… yo no prescindiría de las características. Al fin y al cabo, en todos los juegos se empieza rellenando una hoja de personaje, ¿no? 😛 Esto y el hecho de tirar dados forman una parte muy importante de la experiencia rolera, y creo que no deberían dejarse de lado en una explicación sobre el rol.

      Respecto a si el sistema que he propuesto puede ser demasiado complicado para según qué audiencias… en absoluto. Como recordarás, he utilizado Risus anteriormente en una partida con un chaval de 11 años y su madre (que no tiene una licenciatura) y fueron capaces no sólo de pillarlo a la primera sino de sacarle bastante partido.

      Pero bueno, el motivo principal por el que yo utilizo Risus porque soy un Risus-zombie 😛 Está claro que cada uno debería utilizar el sistema con el que se sienta más cómodo, mientras se pueda explicar de forma sencilla y sirva para resolver rápidamente las situaciones.

      Al fin y al cabo, el sistema no es más que un medio, el fin es conseguir explicar el rol con una minidemo en diez minutos. Mientras lo consigas… este es uno de esos pocos casos en los que el fin justifica los medios 😛

      ¡Un saludete y gracias por la reflexión!

    • Gracias, maese Bulldozzzer!! Me alegra que toda esta ida de olla os haya parecido interesante, jejeje. ¡Un abrazo!

  2. Me direis que soy un puñetero y que siempre estoy con lo mismo, pero es que soy un puñetero y que siempre estoy con lo mismo. Me ha llamado la atención el que tu compañero de trabajo enseguida quisiera pasar de las tiradas y que simplemente le fuera todo bien al personaje, ya sabes, darle a un botón y éxito automático, darle a otro botón, y éxito automático. Vamos, tal cual lo que se pretende que sea cada vez más el rol y los videojuegos, y en fin, todo el ocio. Una constante pulsación, con un botón, no lo olvidemos, de los centros de placer del cerebro. Lo que viene siendo un orgasmo continuo sin coste, un premio sin esfuerzo. La muestra de que la civilización occidental es un pandemonium nihilista, y en una decadencia vertiginosa de veertigo, valga la rebuznancia. Para que luego me digan que me quejo de vicio. Vicio, los demás, oiga.

    Y ya que lo mencionas, en la calle se piensa que el género negro es más adulto, y eso que tendrá pues los mismos años que la Ciencia Ficción, vamos, que ya peinan canas todos. Pero en el «mainstream», usease, la literatura que no va de nada, a la novela negra se la tiene por tanta frikada como el fantástico. Te digo porque no podrás utilizar el género con todo el mundo, que hay gente muy culta como, de esa que da los Premios Planeta, o que solo lee Premios Planeta, con lo que tendrás que cambiarlo. Y si el coronel no tiene quien le escriba, poca acción podrás sacar, pero como te metas con cien años de soledad, se te pasarán los cinco minutos discutiendo en que rama del arbol genealógico de los Buendía entra el personaje.

    Ante ánimo, porque necesitamos mucho ánimo para dar a entender al mundo el pedazo de afición que tenemos, que es que no nos la merecemos, de grande que es.

    • ¡Buenas, maese Rebollar!

      Interesante análisis, desde luego… aunque espero que entendáis que comparta algunas partes y otras no, jejeje.

      Una de las partes que no comparto es vuestro primer párrafo… porque en cierto modo la pulsión de mi compañero de trabajo la tenemos todos desde siempre. Desde que éramos pequeños y jugábamos a indios y vaqueros, cuando discutíamos si nos habían matado o no, hasta las tendencias munchkinistas de algunos de nuestros compañeros de afición, ese deseo de lograr fácilmente que nuestros alter ego tengan éxito ha estado siempre ahí.

      Sin embargo, cuando le expliqué a mi compañero que todo es más interesante cuando hay dificultades o posibilidad de fracasar y puse como ejemplo una película, enseguida lo aceptó como parte de la diversión. Vamos, que si realmente hubiera sido un producto del pandemonium nihilista de la decadencia occidental, habría rechazado completamente el juego y se habría negado a seguir jugando 😉

      Sobre la segunda parte de vuestro análisis, os doy la razón, maese Rebollar. Por supuesto que el género negro no es la panacea universal… pero se puede hacer algo parecido a lo que propongo con prácticamente cualquier otro género ¿CSI? Sencillo. ¿La dictadura Belga sobre el Congo? mmm… también. ¿Un grupo de mujeres republicanas en los inicios de la guerra civil? Pues… con un poquito de tiempo seguro que también 😛

      En fin, soy un poco más optimista que vos, maese. Al fin y al cabo, el jugador de rol es adaptable por naturaleza… usemos esa adaptabilidad 😉

      ¡Un abrazo y gracias por el comentario, maese!

      • Uy, más optimista que yo, dices. Como se nota que no nos conocemos aún in person, que es lo mejor para tu salud mental porque conocerme a mi y a mi hiperactividad implica un tirada de cordura con pérdida mínima automática. En caso contrario sabrías que a optimista no me gana nadie. Vamos, que hasta que no saque un dichoso título superior, soy de profesión, optimista.

        Es más, cuando afirmas que la compulsión nihilista es intrínseca al ser humano, eres tu quien sustenta una tesis materialista de un pesimismo que no se lo salta un gitano, si mis cálculos son correctos, y hoy es Martes. Caso aparte el de tu amigo de usted, que se salva por ser psicólogo. Yo ostento lo contrario, tengo más fe en el ser humano o humana, y por ello soy más optimista.

        Y ciertamente no solo considero al rolero adaptable, sino librepensador, porque jugar al rol abre la mente más que el calor los poros de la piel. No se si son las lecturas escabrosas o el ponerse en el lugar del «otro». Juro y perjuro que no hay nada como interpretar a un enano cojo, ciego y manco del Gurps para poder cogerte la ventaja de ganar todas las semanas a la bonoloto. Te permite ver la vida desde la mirada de personas diferentes a ti. Bueno, en el caso del enano ciego, no, claro. Pero tu ya me entiendes.

        Otro abrazo para ti, y que lo disfrutes con salud.

  3. Me ha gustado mucho el experimento.
    El hecho de que las sesiones sean tan cortas te da tiempo a reaccionar ante los gustos de tu compañero de trabajo. Por ejemplo, su iniciativa de intentar sacar a cenar a la abogada está muy bien. ¿Tal vez deberías haberle dejado tener éxito por ser su primer intento de hacer «algo» en el rol? Dejarle que se salga con la suya, que vaya a cenar con la abogada… No imponerle tu historia (tan pronto).
    Tu compañero SABE que ella está casada, así que ya está corriendo riesgos con su acción. Por supuesto, lo que no sabe todavía es que SUS decisiones le van a acarrear problemas, y los problemas, una historia (su historia). El marido puede aparecer en el restaurante, o aparece el bombón en el restaurante porque sabe que el detective va allí a menudo y no lo ha encontrado en el despacho, o va y resulta que el desaparecido es el marido de la abogada y la abogada hace días que no sabe nada de él… o en realidad el marido es un gángster… o el prota se sale con la suya y se lía con la abogada, pero obviamente el marido se entera y tiene un amigo que es gángster…

    Por supuesto, todo esto lo digo con la enorme ventaja de la distancia y la mirada retrospectiva. Creo que tu experimento estuvo muy muy bien.

    Me ha hecho gracia que tu compañero se quejara del control superior que tú tenías de la historia (y eso que has aplicado el principio aquel de «dí que sí o haz que tire los dados»). A mi me pasó lo mismo cuando una vez le dirigí una partida individual a mi novia. Tal vez haga falta explicar bien de antemano que el jugador solo controla al protagonista… ¿O tal vez sea mejor hacer un 50% de control de la historia? Por ejemplo, si sale cruz, la abogada está casada (lo que quiere el máster), si sale cara, la abogada está soltera y sin compromiso (lo que interesa al jugador). O darle un éxito automático a cambio de un pto. menos de característica… no sé.

    Para terminar, dos preguntas:

    – ¿Le enseñaste una foto preparada del «bombón» usando el móvil (y de otros elementos de la ambientación)?

    – ¿Qué historia y ambientación le plantearías a una compañera de trabajo? ¿La misma u otra distinta?

    • ¡Buenas, maese Silenus! Pedazo de aportación la vuestra, con enjundia, de esas que me gustan a mí, jejeje.

      Efectivamente, lo bueno de esto es que te permite ser todo lo flexible que quieras para acomodarte a los gustos del consumidor, mientras tienes en la cabeza una mínima referencia a la que volver si ves que la cosa decae o se desmadra.

      Sobre lo de sacar a cenar a la abogada… bueno, en realidad el acceder no habría supuesto ninguna diferencia, ya que la historieta empieza ¡por la mañana! :-P. Vamos, que podría haber dicho «sí, hasta esta noche» y haber seguido con la escena con el bomboncito.

      Y probablemente lo habría hecho así si hubiera seguido teniendo la imagen mental de Scarlett Johansson, pero con toda la película que me monté sobre la abogada (y en cuestión de segundos, ¡hay que ver lo que es el cerebro humano!) pues no lo vi tan fácil. Por eso decidí dejar la decisión en manos de los dados, y así dar lugar a la primera tirada de mi compañero.

      Pero en fin, como bien decís, maese Silenus, otro máster en la misma situación podría haber tomado perfectamente otra decisión como la que habéis descrito… y habría sido igual de correcta 😉

      Tomo nota respecto a explicar o definir un poco mejor el papel del máster y el del jugador en futuras prácticas. Ya veis que en este caso a mi compañero decidió por sí mismo, y sin explicación previa, que la secretaria no se ajustaba a su visión sobre su personaje y la cambió por una abogada. Pero tal vez sí que hubiera hecho falta explicarle en ese momento que mi doctrina sobre el control creativo de la historia se inclina hacia el “si me mola, te lo compro” (Carlos de la Cruz ™)…

      Respecto a tus preguntas, mi respuesta a la primera es que sí, de hecho le enseñé la foto de Megan Fox cuando interpreté el interrogatorio, y tenía preparada la aplicación de sonidos de armas para cuando empezara el tiroteo.

      Y mi respuesta a la segunda es… sí, seguiría con el mismo planteamiento de género negro, pero con un par de pequeños retoques. El primero sería trasladar la acción hasta el presente, por motivos obvios de igualdad y demás, y el segundo convertir el encargo del bombón en una investigación sobre una posible infidelidad de su marido. Pero esta pregunta me parece tan relevante que voy a desarrollar la respuesta un poco más editando el post… mañana, que ya no son horas 😛

      En fin, maese Silenus, que como veis vuestro comentario me ha parecido de lo más interesante y productivo, jejejeje. ¡Un abrazo y muchísimas gracias por ayudarme a refinar la idea!

  4. Me ha gustado mucho el relato :D. Ahora sólo te falta explicar en una radio qué es el rol, a ver si te explicas mejor que yo o que Juane ;).

    Creo que lo mejor de dirigir rol a gente que no ha jugado nunca es que muchas veces te hacen preguntas tan de sentido común sobre lo que nosotros consideramos cosas normales (como que el director de juego establezca las dificultades) que te hacen replantearte tu forma de jugar y entender el rol.

    Si lo hacen mis hijos, cómo no lo va a hacer un tío que es psicólogo XD.

    Me ha molao. Ya nos contarás qué tal sigue la cosa 😀

    • Jajjajajajaja, bueno, cuando me llame alguna tele o alguna radio para esto ya veremos si soy capaz de articular algo más que un tímido «hola, mamá» 😛

      Pero bueno, de momento creo que ésta es la mejor explicación sobre el rol que le he dado a nadie… sobre todo comparándola con algunos episodios frustrantes y sonrojantes de mi pasado. Ya veremos si me sigue sirviendo igual de bien en el futuro, jejeje.

      Y coincido contigo sobre las grandes preguntas de los neófitos y las reflexiones que te suscitan desde un enfoque completamente «limpio». Es una de las cosas que me encantan de la «evangelización» 😉

      ¡Un abrazo y recuerdos para todo el clan!

  5. Las cosas que se te ocurren Maese. !Autenticas genialidades! Me ha encantado el articulo, espero seguir escuchando no tanto de la historia, si no como de las reacciones de tus próximos conejillos de indias 😉

    • Me alegra que os haya gustado el articulillo, maese Ragna, pero eso de llamarlo «genialidad» es un cumplido que os agradezco sobremanera pero que espero que comprendáis que no comparta en absoluto 😉

      Y estad seguro de que seguiré reportando «actual plays» de este pequeño experimento, jejeje. ¡Un abrazo y nos leemos, camarada!

  6. He hecho la prueba cerrando los ojos, y he de decir que ciertamente he sido incapaz de decirle que «no», y eso sin ser detective. 😀

    • La leche… bueno, la Rosie tiene más pinta de ser niña buena que mujer fatal… lo cual está muy bien, jejejeje

  7. Yo siempre lo explico igual:

    «Imaginate que estás en un bosque oscuro y frondoso de noche. Unos bandidos bárbaros acaban de atacar la aldea donde vivías con tu familia. Como la mayoría de los guerreros se fueron a la guerra, y sólo tú podías venir a vengarte, estás persiguiendo a los bandidos.
    Dime, ¿por qué te has aventurado a un riesgo tan grande? Calculas que, por lo menos, han sido veinte tipos los que los atacaron. ¿Acaso han lastimado o secuestrado a alguien muy querido por tí? ¿Te han robado algo?
    Por cierto, ¿de qué vivías en la aldea? ¿Con quiénes tenías relaciones?

    Luego le hago escribir tres rasgos (relacionados con las tres tandas de preguntas). Que divida 10 puntos entre ellos, mínimo 2.

    Que elija un tipo de dado. El que más le guste.
    Me invento una mecánica de resolución simple que use esos dados y listo. Un ejemplo es la de Orkworld: tiras los dados, tantos como tu rasgo indique. Elijes uno. Por cada vez que se repita el número que muestra, sumas +1 al mismo. El resultado total debe igualar o superar la dificultad para conseguir lo que quieres, o de lo contrario fallas, :P.

    Hasta ahora, convertí a un «

  8. no puedo creer que te diviertas si no pasa nada, yo necesito imágenes y videos, con imaginación me cago de hambre», a un «pero que tipos pelotudos e infantiles, ¿y en serio se creen que matar dragones imaginarios es divertido? ¿Se sienten poderosos?» y a un «¿qué onda con eso?» en adeptos roleros de primera orden, :P.

    (Perdón por el doble post).

  9. Pues mira, ese comienzo que pasa a mi bloc de notas, maese Nargosiprenk 😛 Y ¡enhorabuena por esa conversión!

    Sobre tu segundo post, pues supongo que tampoco hay que esperar que a todo el mundo le guste nuestro hobby con una explicación de diez minutos ;-).

    Yo me conformo con que sepan de primera mano cómo se juega, que hay muchos géneros además de los dragones y la fantasía (que veo que es lo que suele echar para atrás en los «muggles» 😛 ) y que vean por qué a nosotros nos gusta. Si no les gusta a ellos, pues… bueno, a mí tampoco me gusta el fútbol y no pasa nada 😉

    ¡Un saludete y gracias por pasarte para compartir tu visión, maese!

Responder a WKR Cancelar respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.