La red social con la que Google intentó competir con Facebook finalmente cerró este pasado 2 de abril. Seguramente la mayoría de usuarios de internet de estos tiempos la recordará como «ese sitio al que me obligaron a apuntarme para comentar en Youtube«, o tal vez «esa red social donde no había nadie«. Sin embargo, para mí se trató de la única red social que visitaba diariamente desde que me creé un perfil, que fue el mismo día que abrió sus puertas, el 1 de Julio de 2011.

Con «Esto funciona así» me refería a ver si la manera de invitar a la red era incluir a compañeros roleros en la publicación. Sí, los roleros fuimos de los primeros en colonizar las nuevas tierras GooglePluseras.

Y es que muchos estábamos atentos porque ya veníamos de haber probado otra herramienta de Google para comunidades: Google Wave. Un experimento que tan sólo duró un par de años, pero que sirvió para irnos poniendo en contacto a través de nuestras cuentas de Gmail. Bueno, al menos en esta ocasión el experimento de Google ha durado más.

Fijo que hay muchas razones para explicar su fracaso, pero cuando comparo lo que ofrece Facebook…

El contenido que te interesa, rodeado e interrumpido con publicidad y otras distracciones.

Con lo que ofrecía Google Plus…

El contenido era el rey. Si querías otras distracciones tenías que ir tú.

… pues lo que me viene a la cabeza los triunfos de otros productos inferiores sobre las mejores alternativas, como el del VHS sobre el Betamax.

Es verdad que entrar en Google Plus era bastante árido, como me comentaban algunos muggles. Si no tenías una invitación de algún conocido o no tenías muy claro qué buscar, al principio aquello parecía un páramo. Y claro, si tus contactos ya estaban en Facebook lo normal es que no les apeteciera empezar de cero en otra red para seguir compartiendo fotos de sus viajes, sus bulos y demás cosas que ya hacían por FB. Un poco lo que le pasa a Telegram: si todo el mundo ya tiene Whatsapp…

Pero para quien buscaba contenido relacionado con el rol, como es mi caso, aquello era toda una mina. No sé la cifra total de roleros apuntados, pero en el momento del fin yo estaba siguiendo a 982 personas, tres veces más de los que sigo como Erekíbeon Barbagrís en cualquier otra red social.

Y es verdad que hubo polémicas, malentendidos (tuve alguno, sí), trolls, gente metiendo cizaña, boicots a proyectos (incluyendo alguno en el que yo estaba), etc etc. Como en cualquier grupo de personas o en cualquier otra afición.

Imagen que publicaba cuando había algún flame sobre si D&D es rol, las declaraciones de alguna editorial o personaje o algún golpe de mano sincebollista. Sí, de vez en cuando había jarana, pero qué leches, seguía siendo nuestra «aldea rolera».

La clave (en esta y en cualquier otra red social) es cómo decides enfocar las cosas. Por ejemplo, mi tono por defecto es «estoy de cervezas con unos amigos», lo que impide que me tome muy en serio nada en general y pase de discusiones serias. Este tono es más fácil de mantener si puedes centrarte en contenidos y personas que te interesan y bloquear o dejar de seguir todo lo demás.

Google Plus tenía herramientas tan buenas para esto que algunas las copió Facebook. Y gracias a ello pude disfrutar de lo mejor que puede dar semejante colección de talentos reunidos en una misma red social. Intercambio de información y novedades, tormentas de ideas que te solucionaban la tarde en apenas media hora, editoriales y proyectos que nacieron gracias a ella, conversaciones de lo más esclarecedoras, memes y chistes roleros…

En fin, en el balance final yo me quedo con todo lo bueno que tuvimos diariamente durante estos 8 años.

La larga agonía

Por eso me chocó la noticia, allá por octubre de 2018, de que a finales de agosto de 2019 se cerraba Google Plus.

Los roleros angloparlantes se lo tomaron al principio con calma, buscando alternativas y compartiendo las bondades y defectos de cada una de ellas. A nadie se le escapaba la importancia de ir todos juntos a la misma red social. Pero, curiosamente, al día siguiente ya parecían haber tomado una decisión: comenzaron a mudarse a MeWe en masa.

La rolesfera hispanoparlante comenzó de la misma manera, pero en cuanto se vio que los angloparlantes se mudaban a MeWe muchos ni se lo pensaron y les siguieron, cerrando sus cuentas y todo… pese a que aún quedaba casi un año hasta el cierre definitivo.

Entiendo el argumento de «para qué seguir en un sitio que tiene los días contados», pero para mí las redes sociales siempre han sido sitios donde el contenido es efímero, así que no tenía esas prisas. Eso sí, desde el primer día la situación me pareció un modelo perfecto para un caso de «La Tierra se acaba». Todo estaba ahí: los argumentos a favor y en contra, la histeria, las reacciones diversas, las decisiones, etc.

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Muy fan del símil. Glorioso.

Incluso el proceso de organizarse en los «nuevos mundos» era una mina de ideas para una serie o una campaña. Había quien abogaba por hacer borrón y cuenta nueva, sin mucho éxito. La mayoría prefirió hacer grupos parecidos a los que había en G+. Hubo quien aprovechó para ser el primero en crear esos grupos en los nuevos «planetas», recibir allí a todos los exiliados… y luego utilizar el poder para sus propios intereses. Lo dicho, una valiosísima lección de antropología.

En mi caso, me abrí cuenta en MeWe, pero también lo hice en Diaspora*, DiscordMastodon y Reddit (aunque ahí hace ya bastante que la tengo), y posteriormente en Rol Plus. En todas mantuve un perfil bajo, curioseando de vez en cuando, pero manteniendo mi actividad como siempre en G+.

Pero en diciembre de 2018, tras el descubrimiento de otro fallo de seguridad, Google anunció que adelantaba el cierre al 2 de abril. De pronto nos quedaban sólo cuatro meses en lugar de los 9 con los que contábamos.

Desde entonces el ambiente de volvió mucho más tristón, envueltos en una eterna despedida de gente que se iba tras cada nuevo anuncio. Por ejemplo, el 1 de febrero nos apareció este banner amarillo cual cometa de mal agüero:

y recibimos dos mails avisándonos de lo mismo. Y al día siguiente teníamos en nuestros muros una nueva oleada de despedidas.

El 6 de febrero anunciaron que en un mes se deshabilitaba la función de avisar de las notificaciones:

Y otra vez una nueva cascada de gente despidiéndose.

Los que nos quedamos intentamos animar el cotarro con lo primero que se nos pasaba por la cabeza, como cuando algunos nos cambiamos el avatar por el de Dave Arneson… e inevitablemente surgió gente que se puso la de Gygax, claro. 😛

Durante las semanas siguientes seguimos recibiendo avisos de que se iban desenchufando servicios poco a poco. El 8 de febrero desaparecieron los eventos:

Y el 7 de marzo nos quitaron la campanita de las notificaciones.

Esto supuso un susto bastante grande, porque que sin avisos de publicaciones la cosa podría convertirse en un páramo de gente hablando sin saber si alguien seguía la conversación o no. Pero al final resultó que las notificaciones seguían en otra parte:

Total, que aquello parecía el clásico bar en el que te van quitando la música y las luces para echarte de una vez. Por supuesto, algunos no íbamos a irnos tan fácilmente y nos preparamos para el final. Que no todos los días se puede asistir a una demolición en directo.

Los últimos momentos

Finalmente llegó el 1 de abril. Esa noche hubo despedidas…

… pero cuando nos despertamos el día 2, resulta que Google Plus seguía activo.

Algunos pensamos que se debía a que en la sede de Google todavía era de madrugada y el currito del Botón del Fin todavía estaría durmiendo. Así que durante el resto del día estuvimos metiéndonos cada poco para ver cuándo implosionaba aquello.

A las 4 de la tarde en España (las 7 de la mañana en California) todavía estaba todo en pie, así que empezamos a pensar que todo aquello había sido una broma.

Pero a eso de nuestras 19:30 (las 10 y media de la mañana en California) sobrevino el final. En el móvil sólo aparecían publicaciones de Eneko Menica, algunas de hacía tiempo…

… hasta que, efectivamente, a las 20:00 nos aparecía el cartelito que anunciaba que aquello era el final, tanto en móvil…

Como en PC.

Y al final…

No sé si G+ tendrá un lugar en los libros de Historia, pero desde luego para mí ha sido una etapa bastante importante en lo que al frikismo se refiere. Por eso no tenía otra que reseñar su final aquí.

Afortunadamente, Google ha dado facilidades para que nos descarguemos muchas cosas que teníamos allí. Esto me ha servido para mantener los enlaces de «Comentarios en G+» que tenía el algunos posts, o para conservar aquellas publicaciones donde tanto me aportó la comunidad. Qué menos que mantenerlas como un monumento a lo bueno de la «aldea rolera».

Y hablando de ella, por lo que veo en estos momentos la mayor parte sigue en MeWe, que algunos simultanean con Rol+. También conozco casos que se han volcado en Twitter o incluso en Telegram. En Facebook no sé cómo andará la cosa, la verdad, porque hace eones que no lo piso… salvo para hacer ese gif del principio 😉 .

Está claro que el frikismo, como la vida, seguirá abriéndose paso de una u otra manera. Pero a todos los que formasteis parte en algún momento de la Comunidad Rolera en Google Plus:

Ha sido un honor y un auténtico placer, damas y caballeros.

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8 COMENTARIOS

  1. Echaré mucho de menos G+ (aún me cuesta no abrirlo por la mañana, rutina de los últimos años) y su ecosistema rolero y ahora ando aún confuso y despistado. ¿Mewe? No la entiendo. ¿Rolplus? No sé a dónde llegará. ¿Rolcondados?
    Al final he vuelto a mi muro de Netvibes, actualizar las RSS, quitar viejos blogs olvidados y añadir los nuevos que sigo.

    • Pues fíjate, a mí todavía no me ha dado tiempo de echarlo de menos. Desinstalé la app del móvil a la mañana siguiente, y de momento sin experimentar síndrome de abstinencia. Quizás porque de momento sigo teniendo Feedly y de vez en cuando le echo un ojo por encima a todas esas redes que has mencionado para ver si hay novedades interesantes.

      Eso sí, ahora mismo me da un perezón enorme publicar algo en ellas, incluso en el Instagram que me abrí… y no tengo ni idea de por qué. ¿Será una especie de duelo inconsciente?

  2. Rieté, pero yo todavía puedo entrar en G+. Eso si, solo veo mis propias publicaciones (sí, puedo seguir publicando). Pero ya se sabe, «Solo puede quedar uno»…

  3. La verdad es que han sido 8 años interesantes. Yo no puedo renegar de todo lo que he participado en G+ porque he participado mucho y desde casi el primer día… pero he terminado muy harto de las redes sociales. Creo que han sido muy interesantes y nos han puesto en contacto los unos con los otros, pero también se han generado dinámicas muy venenosas.

    Yo los últimos meses de G+ estaba más desencantado, sobre todo por las guerras culturales (sí, también dentro del rol) que enfrentaban ferozmente a SJW y alt-righters. Que yo lo veía sobre todo entre los americanos, pero que también nos ha tocado un poco por aquí. De Facebook, Twitter y otras redes sociales no sé nada, pero por lo que leo… es todavía peor. Eso sin hablar de una de las peores redes sociales para enviar bulos: WhatsApp.

    Así que ahora me entero por Telegram de algunas cosillas y, sobre todo, escribo en mi blog. Que es de Blogger y cualquier día de estos me lo cierra Google :D, pero me parece un entorno más controlado y tranquilo.

    En fin, en cualquier caso, fue una fiesta chula. Nos lo pasamos bien, eso no se puede negar :).

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