Seguro que a estas alturas ya estaréis hartos de recibir correos y correos de empresas y webs dándoos la brasa sobre este particular, así que esto no os pillará de nuevas.
El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) nos devuelve a los usuarios el control de nuestros datos y el derecho de saber qué hacen con ellos las personas o empresas a los que los cedemos. Esto me parece genial, porque aunque sigamos pinchando en los «acepto» sin mirar, siempre tendremos la ocasión de arrepentirnos y denegarlos en cualquier momento.
El caso es que esta web también pide algunos datos, así que en la solapa de Temas Legales explico qué hago con ellos. El resumen general es que Padre, Marido y Friki no tiene publicidad, por lo que los datos que se recaban son los mínimos para el funcionamiento de un blog: ponerle un nombre a un comentario, cuidar que no sea spam, medir el tráfico que generan las entradas para ver los temas más interesantes, etc.
Sin embargo, hay tres ámbitos que me parece interesante detallar.
Comentarios
Desde siempre he solicitado un nombre y un email para dejar los comentarios. Estos datos se almacenan en el blog y sólo los empleo para atribuirle un nombre al comentario y verificar que no se trata de spam. Nunca voy a hacer negocio con ellos, pero si queréis que los borre sólo tenéis que poneros en contacto conmigo y lo haré a la mayor brevedad posible, faltaría más.
Todos los detalles los encontraréis en el apartado Política de Privacidad, pero el Reglamento insiste en que hace falta un consentimiento positivo, por lo que tendréis que marcar el segundo check que os encontraréis antes del botón de «Publicar comentario». El primero no es obligatorio, pero tal vez os venga bien si venís a comentar a menudo ^.^. Eso sí, a ver si encuentro la forma de traducirlo al castellano…
Cookies
En el apartado de Política de Cookies explico un poco qué son, de qué tipo y cómo bloquearlas según el navegador que utilices.
El resumen breve es que utilizo las cookies para temas puramente funcionales: que el navegador recuerde vuestras preferencias de visualización, ver el tráfico que tiene la web, cosas así. Como no muestro publicidad, no tengo ninguna con ese fin. Sin embargo, dado que uso Google Analytics y WordPress, es posible que los datos que recaban sus cookies sí sean utilizados por esas empresas para perfilaros y enseñaros cosas en otros sitios, basándose en que habéis estado por aquí.
Por mi parte, podéis bloquearlas sin problemas, el blog debería seguirse viendo como siempre porque no creo que tenga ningún contenido en el blog que dependa de que tengáis instalada tal cookie. Lo único es que no podré saber el número exacto de visitas, el tiempo que pasan aquí, etc… pero vamos, tampoco es algo que me afecte profundamente. Así que como vosotros veáis 😉
Suscripciones al blog
Antes de nada, agradecer a todos los que os suscribisteis al blog que… bueno, que os suscribiérais. Ya habréis visto que no me he dirigido a vosotros específicamente para nada, ya que siempre entendí que era un mecanismo más o menos «pasivo» para que os llegara el aviso de cada nuevo artículo directamente a vuestro email.
Sin embargo, con el nuevo Reglamento he pensado que el mantener ese listado de emails, que no es público, me traería más problemas que a vosotros beneficios… por lo que he borrado la lista de emails y he inhabilitado las suscripciones. Espero que esto no os suponga mucho trastorno, pero os recuerdo que siempre podéis seguirme por Twitter, Facebook o Google Plus para ver cuándo van saliendo los posts.
Aun así, de verdad, muchísimas gracias por haberos tomado la molestia de suscribiros al blog.
Y básicamente, creo que no me dejo nada en el tintero… aunque siempre es posible que algo se me haya olvidado. Si os dais cuenta de que me falta algo, queréis que borre vuestros datos, ampliar alguna información, etc, pues ya sabéis que me podéis localizar comentando por aquí, por email, Twitter, Google Plus, etc.
¡Gracias por vuestra paciencia!
